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Telecom Italia, el mea culpa que debe hacer toda la clase dominante

Toda la clase dominante debe disculparse por el estado al que ha quedado reducida Telecom tras la privatización – Los reguladores nacionales y europeos también tienen sus responsabilidades: la excesiva pluralidad de operadores no ha servido de nada – Difícil desagregar la red – La importancia de la nueva Agcom comisario siempre que sea un experto en el mercado.

Telecom Italia, el mea culpa que debe hacer toda la clase dominante

Desde el pasado 30 de mayo el Consejo de Administración de Telecom Italia aprobó "el proyecto de societarización de la red de accesoSe suceden los comentarios de los expertos sobre los impactos técnicos o legales de la operación, un debate con ideas, a veces interesante, pero que corre el riesgo de hacernos desviar la mirada de la luna distrayéndonos con un dedo. La escisión de la red de Telecom Italia, si bien sigue siendo una operación de gran importancia, es en realidad un síntoma y no una cura para la enfermedad, es la demostración de los perjuicios que la ausencia de una política industrial a largo plazo puede causar en por un lado y por otro la desconfianza en el mercado o más bien la preferencia por un 'capitalismo relacional' (Telecom fue vendida a un accionista con sólo el 0,6% del capital).

Que la desagregación de la propia red es una operación de carácter más financiero que regulatorio ya está establecido: la denominada "dividendo regulatorio“es difícil justificar un proyecto que, aun limitado a los aspectos de reorganización societaria, tiene una complejidad intrínseca, unos costes y sobre todo unos tiempos asociados al mismo, que difícilmente encuentran un incentivo para el retorno de la inversión en la flexibilización de restricciones regulatorias.  

Pero la naturaleza de la operación de escisión no es un hecho relevante en sí mismo, sino en cuanto es capaz de mostrar y agregar si se lee de manera sistémica en la perspectiva de estos 16 años de Telecom Italia como empresa privada. . Luego de más de tres décadas desde su paso a manos del capital privado, paso obligado para iniciar un verdadero proceso de liberalización del mercado, ¿qué pasó con una de las mejores empresas de nuestro país? Cuando se privatizó en 1997, al finalizar la OPV (Oferta Pública de Venta) las acciones se colocaron en 10.902 liras (5,63 €). En 1999, luego se vendió a través de una LBO que resultó en una deuda que se convirtió en un lastre creciente para la empresa. Cuando en 2001 el grupo Olivetti cedió el relevo a Tronchetti-Benetton, esta última pagó 4,175 € por acción: una cifra enorme teniendo en cuenta que Olivetti cotizaba sólo 2,25 €, pero casi un 16% menos que cuatro años antes. De esta gestión cabe mencionar la decisión de fusionar TIM y TI con una operación que aún mantiene en los activos de Telecom un valor de TIM muy alejado del actual valor de mercado.

Hoy la acción cotiza en bolsa a 0,599 €, una pérdida neta de valor de casi un 90% respecto a 1997 y reducida en 16 veces respecto a Telefónica. Una valoración del mercado que refleja plenamente el estado de salud de la ahora antigua joya italiana: los ingresos y los márgenes sitúan a Telecom en la parte baja de sus homólogos, una pérdida de capacidad de generación de riqueza asociada a la pérdida liderazgo en el mercado internacional y nacional y finalmente una deuda que casi ha alcanzado el nivel "basura”. Hace años que confía en un proyecto industrial que pueda relanzar la operadora, pero la conclusión de la larga espera tiene sabor a rendición. La toma de control por parte de Telefónica: una operación de capital realizada a espaldas del mercado y que consolida una pérdida (neta de cargos por servicio de la deuda) del 60%, todo ello por 400 millones de euros en dos tramos.

Creo que se deben dar dos pasos importantes para la economía de este sector: por un lado, se necesita una mea culpa por esa clase dominante (políticos, accionistas, bancos, empresarios, gerente, autoridades) que son corresponsables de esta situación y, por otro lado, es necesario dar un cambio de ritmo a través de la capacidad de planificar e implementar políticas a largo plazo.

Sin duda, una responsabilidad primordial recae en las autoridades reguladoras del sector (nacionales y de la UE) que sólo recientemente se están dando cuenta, a diferencia de los EE. UU., de que un sector intensivo en capital como la telefonía fija requiere pocos jugadores: incentivar la competencia de una pluralidad de operadores fomentar la competencia de precios solo funciona a muy corto plazo y hoy en Italia nadie tiene las dimensiones para invertir y, a medida que disminuye la rentabilidad, habrá cada vez menos incentivos para hacerlo. Las decisiones tomadas hasta ahora (regulatorias pero no solo) han llevado de hecho a un modelo de mercado al estilo de 'Blancanieves y los siete enanitos', desalentando cualquier intento de consolidación que llevaría, también en Italia, a un segundo gran gestor nacional.

Desde muchos sectores (el gobierno en primer lugar) hay confianza en un papel importante de AgCom en estos temas y, en esta perspectiva, el nombramiento del nuevo Comisionado de AGCom puede ser una oportunidad para dar un paso en la dirección correcta y garantía en el contexto actual las habilidades más útiles. Los Comisarios actuales y la propia estructura de AGCom son ricos en profesionalismo que son capaces de dar un soporte técnico adecuado al Consejo, tanto desde el punto de vista técnico-ingenieril como legal, pero seguramente ahora una figura con experiencia en primer lugar en el mercado, ciertamente tercero respecto a ella pero que ha vivido su dinámica, que sabe, por ello, encontrar una perspectiva de largo plazo y sobre todo es capaz de dar la necesaria visión económica y financiera. En Reino Unido, a menudo un referente en el campo de la regulación, han identificado las habilidades del mercado, no solo tecnológicas, como la forma de interpretar el papel del Regulador en clave actual: todos los miembros actuales del directorio de Ofcom. son personalidades de la industria (operadores, locutor, consultora, etc.). ¿Por qué no intentar copiar?

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