La crisis de un deudor es siempre una crisis de acreedor. Los cuatro principales bancos griegos saben algo al respecto. Por la mañana su calificación fue rebajada a CCC, la calificación crediticia 'basura', por la agencia calificadora Standard & Poor's. Por tanto, la deuda pública griega está hundiendo a las instituciones privadas, que poseen aproximadamente la mitad de los aproximadamente 300 millones de euros de bonos griegos. La semana pasada, la deuda de Atenas también fue mejorada a 'triple C' por la agencia estadounidense.
Para sufrir el hacha de la calificación, recortada en tres escalones, están Alpha Bank, Efg Eurobank, Piraeus Bank y National Bank of Greece.
La decisión se produce un día después de una reunión de ministros de finanzas de la zona euro en Bruselas. El Eurogrupo no logró llegar a un acuerdo sobre la reestructuración de la deuda, a lo que se opone enérgicamente el BCE. Alemania, por otro lado, junto con los Países Bajos, Austria y Finlandia, desearía un incumplimiento parcial con la participación de acreedores privados. Resultado del estancamiento: no hay luz verde para nuevos fondos para Atenas, que en aproximadamente un mes podría encontrarse sin liquidez y declararse en quiebra.