Por tercer año consecutivo España se prepara para grabar un crecimiento económico decididamente superior al de los principales socios europeos. 2016 debería cerrar con un incremento de aproximadamente 3%, similar al de 2015 (+3,2%) que a su vez había más que duplicado el de 2014 (1,4%).
En los dos primeros trimestres de este año la contribución del consumo resultó ser decisiva: con un incremento medio del 3,7% a/a y una contribución al crecimiento que se eleva a 2 pp La recuperación del consumo se beneficia de una aumento de los ingresos reales que no tiene igual en la zona del euro, una tasa de inflación cero y disminución de la tasa de desempleo. A pesar de las sólidas mejoras en los distintos indicadores macroeconómicos, aún queda un largo camino por recorrer para recuperar los niveles previos a la crisis.
sobre las aspiraciones de gasto las familias El español pesa es la necesidad de reducir el todavía alto índice de endeudamiento (104,7% de la renta, entre los niveles más altos de la UEM), tanto la reducción de la riqueza inmobiliaria. A pesar de ocho aumentos trimestrales consecutivos (+3% en promedio), los precios de la vivienda siguen siendo un 40% más bajos que su máximo en 2007.
I señales de recuperación en el sector inmobiliario no hay escasez: desde hace varios trimestres, los empleos en el sector de la construcción han ido en aumento, al igual que las inversiones. La tendencia de los permisos de construcción volvió a terreno positivo, al igual que las ventas impulsadas también por las compras de empresas británicas, francesas, alemanas y suecas. El crédito hipotecario a los hogares españoles sigue descendiendo, pero a un ritmo más lento que en el pasado.
Más definido la recuperación de la riqueza financiera de los hogares, especialmente el neto (+3,4%), que se beneficia tanto del incremento de los activos financieros (+1,4%) como del progresivo desapalancamiento. En 2015, frente a la renta disponible, la ratio de endeudamiento desciende hasta el 104,7%, 30 pp menos que el máximo de 2009, mientras que la riqueza se sitúa en el 179%, 4 pp más que en 2014.