Cigarrillos electrónicos, ¿sí o no? La decisión de varios países a nivel mundial de prohibir los cigarrillos electrónicos, luego de las muertes y casos de enfermedades pulmonares registrados en EE.Cumbre de cigarrillos electrónicos, titulado "Ciencia, Regulación y Salud Pública”. Una oportunidad para que científicos, legisladores, profesionales médicos y de salud pública revisen las últimas investigaciones científicas y evidencias sobre los cigarrillos electrónicos y discutan la reducción de daños. El sentimiento dominante fue el de la prudencia, aunque vino un duro ataque de Simon Burns, exministro de salud británico: “La guerra contra los cigarrillos electrónicos está mal: en Gran Bretaña hemos demostrado que funcionan para ayudar a los fumadores a dejar de fumar”.
“Sabemos –agregó Burns– que el humo del cigarro causa enormes daños al sistema de salud, provocando enfermedades y muertes. El reto del Gobierno británico en los últimos años ha sido reducir el número de fumadores y se ha decidido a poner en marcha diversas iniciativas incluyendo también centrarse en dispositivos alternativos como los cigarrillos electrónicos. Nos hemos convertido en el país líder en esto -recordó Burns-: en los últimos 30 años el porcentaje de fumadores se mantuvo estable, a pesar de las políticas de tributación de las cajetillas de cigarrillos y la introducción de la cajetilla genérica, mientras que desde el Gobierno se optó por utilizar los cigarrillos electrónicos. como herramienta alternativa, y para defender esta elección incluso frente a las críticas, el porcentaje de fumadores está disminuyendo”.
En este escenario, el mercado de cigarrillos electrónicos se mantiene sólido: a nivel mundial se estima para 2020 en 14,4 millones de dólares, pero el crecimiento se está ralentizando sin embargo y entre 2019 y 2020 "será casi nada" por las consecuencias de muertes y casos de enfermedad pulmonar registrados en EEUU entre jóvenes 'vapeadores'. Antes de la alarma, el crecimiento del sector era del 14% cada año. “Francia, Bélgica e Italia ya están registrando una caída en las ventas desde que estalló la crisis – destacaron los expertos que hablaron en Londres -. 2019 fue un año dramático para los cigarrillos electrónicos en todo el mundo. La epidemia de casos en EE. UU. ha generado una publicidad negativa para el sector y ha llevado a muchos países a decidir levantar la alerta sobre estos dispositivos o prohibir algunos tipos”.
¿Y la situación italiana? Aparentemente en nuestro país, así como en el resto de Europa, los riesgos asociados con los cigarrillos electrónicos son bajos, pero Deborah Arnott, directora de Actionon Smoking and Health (ASH) insta a la cautela: "Las autoridades italianas y europeas deben continuar monitoreando y estudiar los impactos a largo plazo de los dispositivos pero lo que paso en USA no va a pasar porque el mercado en Europa e Italia esta muy regulado. Todavía no sabemos cómo supervisar la comercialización de estos productos para que no sean utilizados por menores de edad, sino solo por adultos que de otro modo seguirían fumando o que tienen dificultades para dejar de usar otros métodos para abandonar los cigarrillos tradicionales. Por lo que la investigación científica es fundamental para cumplir con estos requisitos”.
