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Compartir, scooters eléctricos en Italia: todo lo que necesitas saber

La startup estadounidense Lime está a punto de traer también a Italia scooters eléctricos compartidos, que pueden viajar a 34 km por hora pero entre riesgos (para los transeúntes) y oportunidades (para los ciclistas) hay muchas cuestiones sin resolver: aquí están las

Compartir, scooters eléctricos en Italia: todo lo que necesitas saber

Durante alguna estancia en el extranjero habrás visto por casualidad, en varias capitales europeas, la llegada de numerosos scooters compartidos esparcidos por las aceras de la ciudad. Se trata, aparentemente, de patinetes normales, pero están equipados con un botón de aceleración, uno que actúa como freno y, en la parte trasera, también un freno de emergencia. Cosa más importante: son electricos.

Este innovador y ecológico medio de locomoción también está a punto de aterrizar en las calles de Roma. La start-up estadounidense asumirá este reto”Limón”, ya activo en muchas ciudades europeas.

Riesgos no faltan, sobre todo teniendo en cuenta los malos resultados que ya ha obtenido el bike sharing en la capital, habiendo sido muchas las bicicletas objeto de daños y vandalismo (lanzamiento al Tíber incluido).

Sin embargo, destrozar patinetes eléctricos probablemente tenga menos sentido porque, si no se desbloquea a través de la aplicación oficial, los medios no funcionarán: las ruedas no giran y se activa una alarma que empieza a sonar en cuanto intentas levantarlas del suelo o moverlas.

Otro factor que es un buen augurio es el hecho de que por la tarde todos los scooters, que siempre pueden ser localizados por los operadores a través de GPS, estarán recogidos para recargar las baterías y reparar cualquier desperfecto. De esta forma, los vehículos también serán retirados de los lugares de mayor riesgo para el ocio nocturno, evitando usos indebidos y peligrosos.

De hecho, cabe destacar que los patinetes, aunque sean eléctricos, puede alcanzar los 34 km/h, una velocidad considerable si pensamos que podrían usarse en aceras. Si los condujeran personas con un alto contenido de alcohol en sangre, el peligro estaría a la vuelta de la esquina.

Por otro lado, “Lime” ha optado por dar confianza a los usuarios, permitiéndoles ayudar en la recuperación y mantenimiento de los patinetes. Puede ser posible llévate los vehículos a casa y cárgalos directamente a la toma, el de 250w. Este servicio prestado a la empresa que gestiona los patinetes se compensará con un crédito en la tarjeta proporcional al cargo donado a los patinetes.

En cuanto al aspecto legal del asunto en este momento el código de circulación no regula los patinetes eléctricos. De hecho, este es el último tecnicismo que está retrasando la llegada de Lime a Italia, incluso si las administraciones municipales, especialmente las de Roma y Turín, están buscando un truco temporal para experimentar con el producto. Al parecer, en las próximas semanas llegará una exención específica al código de circulación para permitir la prueba de estos vehículos. Pero ¿con qué riesgos? La derogación permitirá el uso de estos vehículos eléctricos, pero sin regular todas las consecuencias que de ellos se derivarán. Todavía hay grandes interrogantes sobre responsabilidad civil en caso de accidente, porque obviamente los patinetes no tienen cobertura de seguro. ¿Quién pagaría por cualquier daño a personas o cosas?

Otro nudo a solucionar es el de la circulación, pues lo ideal sería conducir los patinetes en aceras y ciclovías, pero todo el mundo sabe que Roma no es muy amigable con las bicicletas. De hecho, en la mayoría de las áreas de la capital los carriles bici están completamente ausentes.

¿Será correcto sacrificar prerrogativas legales por el progreso y la sostenibilidad de una ciudad? El Capitolio tendrá que responder a esta pregunta muy pronto.

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