comparte

Reforma de la AP: basta de ejecutivos "de por vida"

El gobierno ha dado el visto bueno preliminar al decreto que establece la figura de gerente "término" (máximo seis años) que puede ser despedido o degradado a funcionarios si obtienen evaluaciones negativas.

Los directivos públicos ya no tendrán contratos vitalicios: las asignaciones podrán durar un máximo de cuatro años (prorrogables a no más de seis) y los trabajadores menos meritorios correrán el riesgo de perder su trabajo o ser degradados a funcionarios. Así lo prevé uno de los cuatro proyectos de decretos legislativos aprobados ayer por el Consejo de Ministros en desarrollo de la reforma de la administración pública.

Sin embargo, las nuevas reglas no se aplicarán por igual a todos, al menos inicialmente. De hecho, se prevé un carril preferente para los actuales directivos de primer nivel, que permanecerán en el cargo hasta que se constituyan las comisiones de evaluación previstas por la reforma y gozarán entonces de un derecho de preferencia en la administración en la que trabajen respecto del encargo. del nuevo puesto.

Para el resto de supuestos, la reforma establece cuatro únicos roles o listas (Estado, Comunidades Autónomas, Entes locales y Entes autónomos), a los que se accederá tras un curso-oposición para la calificación de “funcionario-directivo en prueba”. De estas listas las administraciones elegirán a los funcionarios que, al cabo de tres años y si obtienen una evaluación positiva, pasarán a ser directivos.

Al finalizar el cargo directivo (que, como se ha dicho, tendrá una duración máxima de seis años), se reincorporará a su cargo con las valoraciones recibidas, a la espera de obtener un nuevo cargo. Los que se queden sin ellos perderán la parte accesoria de su salario, sufrirán una rebaja del 10% del salario base cada año y al cabo de 6 años podrán ser despedidos si no acceden a ser degradados a funcionarios.

El decreto deberá ahora recabar los dictámenes de la Cámara y el Senado, así como del Consejo de Estado y de la Conferencia Estado-Regiones, con posibles medidas correctivas a implementar en el transcurso. Además de la del saneamiento de la gestión pública, las disposiciones sobre las cámaras de comercio, sobre los organismos de investigación y sobre la escisión del comité paralímpico del CONI también obtuvieron el primer visto bueno del gobierno.

En cuanto a las cámaras de comercio, el decreto las reduce de 105 a 60 y recorta en un 50% el monto anual que pagan los empresarios, además de reducir en un 30% el número de regidores. También se prevé la gratuidad de todos los nombramientos de órganos distintos de los consejos de auditoría; una racionalización global del sistema mediante la unificación de todas las sociedades especiales que realizan funciones similares, la limitación del número de Uniones regionales y una nueva regulación de las participaciones en cartera. "El Mise fortalecerá significativamente la supervisión y evaluación del desempeño", dijo el Ministro de Desarrollo Económico Carlo Calenda.

Es “un paso decisivo en un proceso que comenzó hace dos años –comentó el presidente de Unioncamere, Iván Lo Bello– tras el recorte de ley de la cámara. Una disposición que cierra una fase de incertidumbre en la vida del sistema de la Cámara de Comercio italiana y abre una completamente nueva. El decreto del Gobierno, además de las funciones tradicionales de las Cámaras (desde la llevanza del Registro Mercantil hasta el apoyo a las empresas y territorios, a la creación de la ventanilla única de actividades productivas por delegación de los Municipios, etc.) encomienda a la cámara sistema con nuevas tareas en particular en materia de orientación, alternancia escuela-trabajo, apoyo al encuentro entre oferta y demanda de trabajo. Estas tareas son de gran importancia para Italia y que en importantes países europeos, como Alemania, las Cámaras de Comercio realizan con excelentes resultados”.

Revisión