Decidir o perecer. Sobre la reforma constitucional del Senado "habrá espacio" para un reequilibrio que, sin coraza, preste "atención a los pesos y contrapesos", pero en el Italicum no: “Se acabó el tiempo de melina y la postergación” . El propio primer ministro Matteo Renzi lo escribió en "La Stampa" y explicó las decisiones disruptivas de ayer de su gobierno para erradicar la disidencia y llevar a cabo la reforma. “Confiamos -explica- porque, después de hacer decenas de cambios y haber mediado, o decides o vuelves al punto de partida”.
"Si decide un Parlamento, si decide un Gobierno -añade el primer ministro- esto es democracia, no dictadura. Si (en cambio) el Parlamento aplaza y el Gobierno se estanca, el riesgo es la anarquía”.Matteo Renzi es el primero en saber que una ley electoral nunca es perfecta y que Italicum también es el resultado de un compromiso político, pero es "una ley electoral seria y rigurosa" que da estabilidad y claridad a la política italiana. Y que sin duda es mejor que tanto el Porcellum como el Consultellum, recuerda el Primer Ministro los infinitos ajustes que el Italicum ya ha sufrido en su trámite parlamentario y no escatima puyas en la dirección de Forza Italia, que había aprobado el Italicum en el Senado elogiándolo y hoy quiere hacernos creer que es una ley autoritaria, por Sel (el umbral se rebaja del 8 al 3% para facilitar la entrada al Parlamento de formaciones menores) y el Movimiento 5 Estrellas (el premio a la lista en lugar de a la coalición hará que sea el probable antagonista del Partido Demócrata en la papeleta).
Ahora, sin embargo, ha llegado el momento de decidir porque los italianos ya han esperado 9 años para tener una nueva ley electoral, que es la antesala de todas las reformas, y no aguantan más. A Renzi no le importa la tormenta mediática que ha desatado el recurso a la confianza en el Italicum -aunque no renuncia a recordar que anteriormente en una ley electoral fue Alcide De Gasperi (con Aldo Moro como ponente) quien recurrió al voto de confianza- pero va al grano y no olvida los posibles efectos políticos abrumadores después de que no solo la oposición sino también la minoría del Pd (con Bersani, Epifani, Speranza, Bindi, Cuperlo y Civati) hayan anunciado que no votarán por confianza
"Si no pasa el Italicum -observa- el Gobierno se va a casay “si hay necesidad de un premier que haga melina, no soy la persona indicada. Si quieren un procrastinador, que elijan otro, no estoy en el juego.Por último, el primer ministro defiende el uso del voto de confianza argumentando que, “con el escrutinio abierto, que impone el voto de confianza, los ciudadanos sabrán quién estaba a favor y quién en contra” del Italicum a la luz del sol. “Esto – concluye Renzi – es hora de coraje” y cada uno debe asumir sus propias responsabilidades. Hoy, en el primer voto de confianza en la Cámara, comenzaremos a entender si Renzi puede ganar su apuesta. Decidir o perecer.
