Mondadori se hizo con los libros de Rcs por 135 millones, ganando una serie de prestigiosas marcas (Bompiani, entre otras, mientras que Adelphi debería retirarse del grupo) y autores (aunque la despedida de Umberto Eco es obvia). El acuerdo llegó ayer después de 9 meses de negociaciones. En este punto, queda por superar el escrutinio de la Antimonopolio, que podría imponer algunas ventas, dado que la participación de la empresa Fininvest subirá al 35-40% del mercado.
Los efectos financieros positivos para Rcs no se hicieron esperar, obligados a sacrificarse por la necesidad de recaudar caja: el grupo estaba aplastado por 526 millones de deudas (a 30 de junio) que deben reducirse por debajo del umbral de 440 millones a final de año en para no desencadenar convenios con los bancos y hacer necesaria una nueva ampliación de capital, muy mal recibida por los principales accionistas, desde la familia Agnelli hasta Mediobanca, pasando por los herederos Rotelli y Urbano Cairo.
El nuevo centro contará con una facturación de unos 500 millones en un mercado que, en su conjunto, ronda los 1,2 millones.