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Informe Censis: "El Covid ataca a una Italia cansada y sin visión"

El Informe Censis 2020 sobre la situación social del país describe el sistema italiano como "una rueda cuadrada que no gira" y 2020 como el año del "miedo negro" que puede convertirse en ira social pero termina con un mensaje de esperanza y confianza.

Informe Censis: "El Covid ataca a una Italia cansada y sin visión"

Cuando Censis fotografía el estado de salud social del país, siempre ha jugado con frases e imágenes muy evocadoras. En los últimos años se había hablado de resentimiento, incertidumbre, confusión y, finalmente, de una "sociedad ansiosa". Para 2020 el 54º Informe sobre la situación social de Censis, presentado esta mañana, describe el sistema italiano como una "rueda cuadrada que no gira" y el año que está a punto de terminar como el del "miedo negro".

El panorama que se ha pintado en los últimos meses es sombrío y deja poco margen a la interpretación: “El virus ha atacado a una sociedad ya cansada. Probado por años de resistencia a las brechas de ingresos y la disminución de las inversiones, incertidumbre sobre las perspectivas de futuro, con un modelo de desarrollo demasiado frágil... Este año no hemos podido ver”. Son dos observaciones relevantes: el "cansancio social" viene de lejos y es el resultado de muchos años de decisiones equivocadas, proyectos inacabados, visiones cortoplacistas que han generado en la opinión pública una mal disimulada insatisfacción que la política no supo interpretar. . La capacidad de visión, en cambio, choca contra los peñascos de las oportunidades y conveniencias que de vez en cuando prevalecen sobre los intereses generales del país.

¿Qué sucedió durante este año que fue significativo en la lectura del Censis? “La distribución indiferenciada de bonificaciones y subvenciones de todo tipo y índole ha aliviado las dificultades de las empresas y las familias. La congelación de los despidos y el fondo de cesantía a modo de excepción han puesto una barrera contra el riesgo de trasladar los efectos de la reducción de la producción a los sujetos más débiles. Pero la deuda pública se ha incrementado significativamente, lo que supone una carga adicional para las generaciones futuras. La senda de crecimiento prevista se vislumbra como un modesto pisoteo de anuncios ya repetidos demasiadas veces... Y hoy la espera se ha convertido en desorientación, la simplificación de las soluciones en una emergencia se ha convertido en una subestimación de los problemas, el contagio del miedo amenaza con cambiar enojado".

Este último pasaje subraya una preocupación común: ¿hasta cuándo aguantará el sutil equilibrio social/sanitario/económico impuesto por la pandemia del Covid? De hecho, no hay duda de que el Coronavirus, no solo en Italia, ha puesto al descubierto todas las dificultades y los frágiles equilibrios logrados laboriosamente en los últimos años. El Censis registra la reducción del consumo de los hogares en torno al 19% sobre la media mensual y un valor neto en torno a los 20 millones, arrastrando en negativo a casi todos los sectores económicos, desde el turismo hasta la agricultura. El único sector que ha visto signos positivos es el relativo al "gasto digital": por el cierre forzoso de los hogares, tanto en los nueve métodos de trabajo inteligente, como en la escolarización a distancia, así como en el simple entretenimiento y consumo audiovisual. En los últimos meses, nuestro país ha visto pasar su posición desde el puesto 25 en el ranking europeo DESI (Digital Economy and Society Index) y podría permitirle ascender un par de posiciones.

Un capítulo interesante sobre la "narración" de lo sucedido y la percepción que los ciudadanos derivan de ello se refiere a la "dieta mediática" de los italianos durante la pandemia. El mercado de los medios ha visto estabilizarse algunos fenómenos ya conocidos antes del Covid (el consumo de la televisión lineal desciende ligeramente en beneficio del streaming); la radio mantiene un papel estable con una audiencia consolidada del 79% de los italianos con un aumento significativo de la escucha digital (a través de PC o teléfono móvil) que crece un 17%. Cada quien compone sus necesidades mediáticas a través de diferentes ingredientes donde el espacio que ocupa Internet se consolida en constante crecimiento: “Del 78,4% al 79,3% de la población, con una diferencia positiva de casi un punto porcentual en un año. Los italianos que usan smartphones suben del 73,8% al 75,7% (con un crecimiento del 1,9%, cuando todavía en 2009 solo el 15% de la población los usaba)”. Mientras que la prensa escrita sigue en estado de crisis, manteniendo constante la desafección de lectores que “migran” a otras fuentes de acceso a la información, especialmente online.

Finalmente, el último capítulo del Informe 54 Censis se detiene en los temas de seguridad y ciudadanía y plantea una pregunta crucial: ¿quién paga la factura más alta del confinamiento? En una situación laboral ya de por sí frágil y delicada en la era pre-Covid, leemos que “en junio de 2020 el mercado laboral presentaba una tasa de actividad del 63,4%, un 1,8% menos que en 2019, mientras que para los extranjeros ascendía al 64,8%, por debajo en un 6,2%”. Traducido en otras palabras, significa que alrededor de 23 millones de italianos han tenido que hacer frente a nuevas dificultades causadas por un volumen global sustancialmente reducido de ingresos familiares. El 90,2% de los italianos, según el Informe, está convencido de que la emergencia del coronavirus y el confinamiento han dañado más a las personas más vulnerables, ampliando las desigualdades sociales ya existentes”

En el ámbito de la seguridad social, sin embargo, leemos un dato reconfortante: en la era digital, la delincuencia reduce su presión “Del 1 de agosto de 2019 al 31 de julio de 2020, los delitos denunciados a la policía fueron 1.912.344, con un descenso del 18,2% respecto a la mismo período del año anterior… La reducción de hurtos fue de 26,6%, -21,1% robos, -16,8% homicidios. Es una tendencia que confirma la de años anteriores, pero con una aceleración sin precedentes, efecto del confinamiento”. En la misma era digital, sin embargo, se registra y consolida otro fenómeno relevante: las estafas informáticas en línea que aumentan un 12% respecto al año anterior.

El Informe Censis cierra con palabras de esperanza y confianza: “Con temor y cautela, nuestro país espera y sabe en filigrana que tiene recursos, habilidades, intuición y experiencia para repensar y reconstruir con frialdad los sistemas sustentadores del desarrollo, que su ingenioso fervor acelera rápidamente”. emana lo nuevo”.

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