Rojo intenso en las cuentas de Nokia con el tercer trimestre que se contabiliza al marcar una pérdida neta de 969 millones de euros, catorce veces superior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
Las pérdidas operativas ascendieron a 576 millones de euros, cifra en cualquier caso inferior a las previsiones de los analistas, que esperaban una pérdida de 705 millones, mientras que el margen operativo negativo descendió hasta el 8%. La facturación, por su parte, descendió hasta los 7,2 millones de euros, un 19% menos.