La debilidad de Europa es la falta de liderazgo. Romano Prodi está convencido de ello, quien hoy en Bolonia, con motivo de una reunión preparatoria del plan trienal para las actividades productivas de la región de Emilia-Romagna, señaló principalmente con el dedo al Deutsche Bank, que en los últimos meses " ha vendido 7 mil millones de bonos del gobierno italiano".
“Es un hecho chocante -dice Prodi- representa el fin de toda solidaridad y es particularmente amargo que venga de Alemania, el país que más sabiduría y capacidad de comprensión expresó hasta hace unos años”. Prodi vuelve varias veces sobre este punto, para resaltar la enormidad de la figura y su peso: “Acciones de este tipo tienen graves consecuencias y expresan una visión suicida de Europa. Si seguimos así, se hace imposible salir de la situación en la que nos encontramos. En este momento estamos pagando esencialmente un préstamo financiero más, solo en tasas de interés. No tener sentido de esto es no tener sentido de responsabilidad, no tener sentido de liderazgo”.
El hecho de que Europa tome medidas cuando llega al borde del abismo no es muy tranquilizador, porque mientras tanto se pierde un tiempo precioso y los problemas se amplifican, como sucedió con Grecia. “Una vez en Europa –dice Prodi– hubo un motor de dos pistones, Francia ofreció la garantía política; Alemania la económica. Hoy Alemania ya no necesita a Francia y se está implementando una ficción. Cada cumbre está precedida por una reunión franco-alemana que tiene como resultado el enfado de las otras 25. Al final, 'ella' dicta el camino y 'él' da la rueda de prensa. Europa sólo avanza en el último minuto cuando se avecina la tragedia”.
En ese contexto, habría sitio para Italia, tanto en una acción con Francia como en Oriente Medio, pero hay un inmovilismo preocupante. En este contexto, reformas, por ejemplo, como la del sistema monetario, son imposibles. “Estados Unidos y China –subraya– no tienen ningún interés en llevar a cabo este tipo de reformas. Los primeros imprimen dinero y han estado viviendo por encima de sus posibilidades durante más de una generación, China no tiene prisa, por lo que en tres o cuatro años podrá hacerlo de todos modos. En cambio, a falta de política europea estamos en el absurdo lógico, en la paradoja de un euro bajo acusación que crece, mientras que las demás monedas decrecen. Europa es la potencia industrial número uno del mundo, tiene el PIB más alto del mundo y la mayor cuota de exportación del mundo. La verdadera China en el mundo es Alemania, pero nos encontramos así".
Para Italia sigue siendo la necesidad de mejorar el frente de servicios, especialmente el turismo, para crear una red nacional para la innovación, para mejorar la imagen del sistema del país y la formación. “Una empaquetadora que dice made in Germany cuesta un 20% más. ¿Cómo compites? Necesitamos apoyar la imagen del país, necesitamos política. Alemania tiene dos importantes institutos de investigación que podríamos copiar, uno para la investigación teórica y otro para la investigación aplicada, los cuales están presentes en todas las regiones. Finalmente, necesitamos reevaluar la imagen de la escuela técnica y no dejar que los mejores estudiantes se vayan a los bancos comerciales. ¿Es posible que en Italia lo único que cueste poco sean los ingenieros?”.
