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Privatizaciones: de Orange a Renault en la lista de Macron

Con la venta de aproximadamente el 4,5% del grupo energético Engie, Francia ha lanzado un vasto y ambicioso plan de privatización, o mejor dicho, la venta de participaciones (o parte de las participaciones, como sucedió con Engie) de parte del Estado – Los próximos golpes deberían ser las de Orange y Renault, pero de fondo también está la delicada operación Fincantieri-Stx.

Privatizaciones: de Orange a Renault en la lista de Macron

El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, también lo había anunciado a los periodistas italianos con motivo de su participación en el Foro Ambrosetti en Cernobbio: además del expediente FincantieriPara Francia, septiembre es un mes decisivo en el doble frente de la reforma laboral y las privatizaciones, para lo que el presidente Macron ha pedido un amplio plan, que afecta a varias de las empresas más importantes de los Alpes. El cronograma, si todo va según lo planeado, aportará 10 millones de euros a las arcas del Estado, que se invertirán en un maxi fondo para la innovación, la más ambiciosa que jamás haya lanzado un país europeo: “El contribuyente -dijo Le Maire- debe saber que su dinero está invertido para el futuro, y no para el pasado”.

Para abrir los bailes, el pasado martes, fue el operativo Engie: se vendió una participación del 4,5% en el grupo energético por 1,53 millones, lo que permitirá a París seguir siendo el accionista de referencia con el 24,1% de la participación y el 27,6% del derecho de voto en la junta. Ahora otras dos empresas clave entran en el ojo de la tormenta: la TLC Naranja, gigante del sector con casi 200 millones de clientes en todo el mundo y una capitalización bursátil de 21,63 millones de euros, y el histórico fabricante de automóviles Renault, de las que el Estado francés posee el 23,1% y el 15% respectivamente.

El núcleo del problema, sin embargo, sigue siendo siempre el mismo y es el mismo que se está presentando en la complicada negociación Fincantieri-Stx: hacer coincidir la necesidad de conseguir caja con la de preservar los intereses nacionales en empresas sin duda estratégicas, por su valor, por el sector en el que operan y por la mano de obra a proteger. Por eso, en este momento, alcanzar la cuota de los 10 XNUMX millones todavía parece lejano: mientras tanto, incluso Aéroports de Paris y la Française des Jeux, la empresa que gestiona juegos, loterías y apuestas de la que el Tesoro Transalpino posee el 72%.

Pero las empresas en las que Bercy tiene participación son 81 y aparecen importantes como SNCF (la ferroviaria), EDF, la propia Air France, por un valor total en torno a los 100 millones. Entre ellas se encuentra la propia Stx France, que en buena medida podría acabar en manos italianas (en Fincantieri), y sobre la que Macron y Le Maire ya se han opuesto a cierta reticencia a conceder el paquete mayoritario, aunque al final la operación de algún modo se materialice. Sin embargo, según la prensa francesa, las participaciones en Safran, Thales y Areva, gigantes de la aeronáutica, la industria aeroespacial y la tecnología de la información y la energía nuclear, respectivamente, se consideran esenciales y ciertamente no se verán afectadas.

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