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POPULISMO Y DEMAGOGIA – Tres improbables mosqueteros contra el euro

Antonio Maria Rinaldi, Claudio Borghi y Alberto Bagnai están invadiendo sitios, periódicos y televisiones complacientes para apoyar, con argumentos irrisorios, su batalla por abandonar el euro y propagar el “Manifiesto por la Solidaridad Europea”. Hacen un guiño a Berlusconi, Grillo y la Liga de cara a la votación con demagogia y populismo a racimo.

POPULISMO Y DEMAGOGIA – Tres improbables mosqueteros contra el euro

“Lo reconozco: soy de mala fe, soy ignorante y por profesar la anti€ gano dinero a raudales! ¿Feliz?". Sic twittit Antonio Maria Rinaldi, 58 años, verdadero romano, hijo del ex banquero Rodolfo Rinaldi, ex vicepresidente de BNL y último presidente del Banco di Santo Spirito antes de la fusión con Cassa di Risparmio di Roma, además de un hombre muy cerca de Giulio Andreotti.

El "Bell'Antonio", de un metro ochenta y cinco de pura simpatía Romaccia, residente en una lujosa finca de Monte Mario, se hace pasar por economista para ganarse la vida. Pero no tiene publicaciones científicas entre sus registros: en su haber, solo dos panfletos contra el euro -editados por una editorial de bajo coste y distribuidos en los quioscos- y unos años como director general de Sofid, la matriz financiera de ENI. después de un período en Consob. Es uno de esos hijos del generone romano que no necesita ser aclamado en el ambiente científico.

Le basta acreditarse como discípulo de Paolo Savona, es un alto economista y ex ministro. Antonio en cambio blande la barriga de un nicho irremediablemente antieuropeo que quiere volver a la lira. Agita los estudios de televisión con tonos de centurión romano que derrumba las gradas, cuando lanza una de sus efectivas estocadas contra el Euro, Mario Monti y el Pacto de Estabilidad.

Empezó a alzar la voz hace un par de años, con un monstruoso plan de reducción del stock de deuda pública por un importe de unos 400 millones de euros: pura ciencia ficción, según los expertos en privatizaciones. Propuesta empaquetada para el demagogo de turno y puntualmente avalada por Renato Brunetta durante la campaña electoral. Enseña Economía Internacional en la Link Campus University de Roma, una factoría privada de títulos -primero malteses ahora italianos- presidida por el exministro Vincenzo Scotti, que obtuvo el estatus equivalente a la universidad, míralo, mientras fue subsecretario de Asuntos Exteriores durante el último gobierno de Berlusconi.

Valiosa intervención, el decreto firmado por el entonces ministro Gelmini certificando el pleno "reconocimiento del Link Campus como universidad no estatal del sistema universitario italiano", teniendo en cuenta que varios responsables de la administración pública habían presentado previamente las calificaciones obtenidas en la universidad ubicados en via Nomentana cuando aún no estaban tratados de acuerdo con la legislación italiana, despertando la atención del poder judicial por irregularidades concursales.

Rinaldi también imparte un curso de finanzas corporativas en la Universidad Gabriele D'Annunzio de Chieti-Pescara, por extraña coincidencia la misma universidad donde su hermano, Alessandro, financiero y esposo de Maria Laura Garofalo, rica heredera del imperio también enseña de clínicas. fundada por el cirujano-empresario Raffaele Garofalo, una vez cercano al Partido Comunista.

Hoy los Garofalos son también dueños de varios conjuntos residenciales y de una emisora ​​de radio local, Radio Ies, donde Antonio dirigió treinta minutos de fuego contra la moneda única. Pero fue mientras enseñaba en Pescara que formó una sociedad -bajo la bandera de la oposición firme a la moneda única- con Alberto Bagnai, autor, por supuesto, del ensayo "El ocaso del euro: cómo y por qué". el fin de la moneda única salvaría la democracia y el bienestar en Europa”. Y como todo lo bueno viene de a tres, no podía faltar otro abanderado del antieuropeísmo: Claudio Borghi, columnista del Giornale y profesor de la Cattolica. Listos, listos, adelante, y aquí el trío anti-euro no pierde el ritmo para lanzar el asalto a la moneda única y desmantelar la arquitectura europea pieza por pieza: recuperar la posesión de la soberanía monetaria, devaluar una nueva Lira rampante en 20- 30% y el miedo pasa.

Para empezar –argumenta Rinaldi en voz alta con sus seguidores– el Pacto Fiscal es ilegítimo. Apoya la tesis del jurista Giuseppe Guarino, de noventa y un años, que atacó la nueva estructura de gobernanza económica europea desde las páginas del Foglio en 2012. Tesis, sin embargo, no respaldada por un análisis serio de los tratados y desmontada, siempre en la Ficha, por Ornella Porchia, profesora de derecho de la Unión Europea en Turín. Extraño personaje, Rinaldi: primero gana algunos titulares de prensa con su teórico plan de venta de activos para reducir la deuda, luego cambia de opinión y propone salir de la UE para recuperar el control del banco central y también monetizar las limosnas a los semáforos, con el fin de para evitar la recuperación de las cuentas. Por otro lado, aquellos que han vivido a la sombra de los poderosos labrándose hábilmente su propio espacio en las plazas fuertes públicas, en una suposición aproximada, no tienen ningún interés en buscar "reformas estructurales".

Los tres, sin embargo, no desaprovechan una oportunidad: desde el "No Euro Day" de la nueva Liga Norte de Salvini hasta las numerosas conferencias promovidas -entre otras- también por diputados 5 Estrellas, sin olvidar las gradas televisivas conducidas por periodistas sumidos y complacientes. , como en el caso de "La Gabbia" de Gianluigi Paragone, cada escenario es bueno para hacer conversos. Rinaldi no se cansa de recordarle: “Soy apolítico, no pertenezco a ningún partido pero hablo con cualquiera para informar a la gente sobre la insostenibilidad de la moneda única. Yo no soy economista de salón pero por la mañana compro leche en el colmado y me doy cuenta, a diferencia de los técnicos, de cómo vive la gente”.

No deja de lucir, allá donde va, sus gemelos, que lleva en los puños de la camisa, representando el viejo y descolorido uniforme nacional. Rinaldi es tan apolítico que incluso concedió varias entrevistas en el sitio web del PDL, en una de las cuales, antes de las elecciones de febrero pasado, describió a Silvio Berlusconi como un líder derrocado ilegítimamente por la Troika. Marchette en abundancia. Pero el gran golpe, los tres mosqueteros de la nueva lira, lo dieron el pasado 3 de diciembre, cuando se dirigieron directamente al Parlamento Europeo durante una conferencia organizada y promovida por Magdi Cristiano Allam, eurodiputada y presidenta del movimiento político "Amo la 'Italia” y ex subdirector ad personam del Corriere della Sera. En la reunión, con el título que lo dice todo: “¿Morir por el euro?” – se presentó lo peor del nacionalismo centrífugo, célebremente dirigido por el progenitor de los aulladores euroescépticos: Nigel Farage, ariete del UKIP, el partido independentista del Reino Unido.

¿Por qué una universidad financiada por los contribuyentes elige dar espacio a dos profesores anti-euro, uno de los cuales (Rinaldi) no tiene un currículum como investigador académico pero tiene un hermano en la misma universidad? ¿Hacia dónde quieren ir estos tres caballeros de la autarquía, encabezados por un ex ejecutivo que se destacó (y pronto se desvaneció) entre la primera y la segunda repúblicas?* Hoy, no parece haber ningún proyecto bien definido. Hacer caciara (y grana), como dicen en Roma, podría ser el único objetivo verdadero de Rinaldi, que el 18 de diciembre estuvo en la plaza con los Tridentes y no se niega a nadie: el lema es "siempre que se hable de ello". Y empezar a hablar de ello. Incluso su presencia en Internet se está volviendo muy respetable.

Los fans en twitter están creciendo, mientras que en Facebook acepta cualquier amistad para difundir la palabra anti-euro. Si hay un proyecto, de cara a las elecciones europeas de primavera, no está claro, pero lo cierto es que los tres pretenden aglutinar bajo un mismo paraguas, a nivel continental, al confuso y heterogéneo partido antieuropeo, que por tiene ahora como voz "oficial" el "Manifiesto por la Solidaridad Europea", documento firmado por una veintena de economistas, en el que se afirma que "una salida controlada (de la Eurozona) de los países más competitivos como Alemania, Holanda, Finlandia , es del interés de los países del Sur, ya que una solución similar ofrecería la mejor oportunidad para salvar la Unión Europea y el mercado común”.

Mientras tanto, Martin Schulz, presidente del Parlamento Europeo, ya ha sido inmortalizado mientras Magdi Allam le entregaba el último ejemplar del último ensayo de Rinaldi, “Europa Kaputt”.

*artículo modificado a pedido expreso del Dr. Claudio Borghi, quien se sintió ofendido donde el texto original recitaba el siguiente texto: “adónde quieren ir estos tres caballeros de la autarquía, crecidos a la sombra del estado empresarial, llegando a cubrir puestos ejecutivos muy respetados entre la primera y la segunda república, bien situados en el círculo que cuenta, ¿es de sospechar también por medios dinásticos? El autor desea disculparse por cualquier malentendido relacionado con la construcción del período, al mismo tiempo que señala su falta de centralidad en el contexto del artículo.

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