2011 fue un año complicado para PSA Peugeot Citroen. El grupo francés está en apuros por el despido de la división de automóviles, su sector más importante. Se ha registrado un Caída del 48% en las ganancias a 588 millones, por ello el grupo ha decidido reforzar las medidas de ahorro, al tiempo que garantiza que no habrá "repercusiones en términos de empleo".
La facturación del grupo transalpino aumentó un 7%, hasta los 59,9 millones. Lo que preocupa, sin embargo, es el resultado de explotación que desciende un 27% hasta los 92 millones, dentro de los cuales el dato más negativo es el de la división de motor con un déficit de 92 millones.
La fuerte dependencia de Europa, donde se concentra el 60% de las ventas, lastra fuertemente el desempeño del principal fabricante de automóviles francés. El deterioro del mercado del sector y la guerra de precios en el segmento de los coches pequeños está desgastando al grupo que prácticamente perdió en la segunda mitad del año todo lo ganado en la primera.
En 2012 se prevé una caída del 10% para el mercado francés y del 5% para el europeo. El pasado mes de octubre, Peugeot presentó un plan de ahorro de 800 millones que se suman a los 3,7 millones lanzados en 2009.