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Petróleo, México se abre a particulares con reparto de utilidades

La estatal Pemex ha operado como un monopolio desde 1958 – En agosto, el gobierno lanzó una reforma para implementar un esquema de reparto de utilidades entre el estado y empresas extranjeras – 40 mil millones de barriles en juego en el Golfo de México, que la empresa estatal hace no es incapaz de explotar debido a la falta de recursos

Petróleo, México se abre a particulares con reparto de utilidades

A medida que el precio del crudo experimenta la oscilación siria, aparecen nuevas oportunidades en el horizonte. No se trata del descubrimiento de nuevos pozos en lugares remotos de la tierra. Los yacimientos de los que hablamos siempre han existido, bien visibles, pero -hasta ahora- siempre han sido prerrogativa de una sola empresa.

La empresa en cuestión es Pemex, el gigante estatal mexicano del oro negro, que controla toda la cadena de suministro de petróleo del país en régimen de monopolio absoluto desde 1958. Hoy el viento está cambiando. A instancias del Presidente de la República Peña Nieto, México ya está abierto a los particulares.

Por el momento es una reforma, que aún no se ha convertido en ley. Pero según el ministro de Hacienda de México, Enrique Ochoa, los primeros acuerdos se firmarán en el segundo semestre del próximo año.

La fórmula propuesta no es una privatización de Pemex, sino un sistema de reparto de utilidades entre el Estado y los particulares interesados ​​en la exploración y explotación de hidrocarburos en el Golfo de México. Actualmente, el Gobierno retiene el 50% de los ingresos derivados de la explotación de los yacimientos, pero ha dicho que está dispuesto a reducir la cuota y garantizar que los contratos sean compatibles con las leyes internacionales. Según Citigroup, están en juego más de 40 millones de barriles de petróleo, gas y gas de esquisto.

Pemex representa el 16% de los ingresos por exportaciones del país y contribuye con el 34% de los ingresos del estado. Es el noveno productor de crudo del mundo, pero los recursos empiezan a agotarse y se necesitan nuevas inversiones para llegar a otros yacimientos. Según datos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, el grupo mexicano necesitaría un presupuesto 12 veces superior al de 2013 para explotar adecuadamente el potencial petrolero del golfo.

A la espera de que la reforma se convierta en ley, los inversores, especialmente los estadounidenses, hacen cola. No es solo el petróleo crudo lo que está en el plato: necesitamos nueva infraestructura transfronteriza, maquinaria de perforación y trituración, y tuberías. Una bendición para todos, desde las compañías petroleras hasta las empresas de servicios e ingeniería de plantas.

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