“No hemos perdido sino barridos en el referéndum, sobre todo porque no noté a tiempo su politización y no hemos sido convincentes entre los jóvenes, en el Sur, en el Conurbano y en la red”: apertura de actas de la Asamblea del Partido Democrático, Matteo Renzi, recibido con una ovación de pie, no se negó a sí mismo una profunda autocrítica sobre el naufragio del 4 de diciembre pero instó al partido a "reiniciar sin rencor y sin espíritu de venganza".
Tras defender las reformas llevadas a cabo por su gobierno, Renzi dijo que ha llegado el momento de escuchar y abrirse más a la sociedad italiana pero que no pedirá que se adelante el Congreso del partido.
La propuesta central que Renzi hizo a todas las fuerzas políticas, de cara a una nueva ley electoral que allana el camino para el voto, fue la de "volver a empezar desde el Mattarellum", el mismo sistema electoral que en el pasado permitió tanto a Silvio Berlusconi que Romano Prodi a ganar las elecciones con alianzas políticas adecuadas y que se pueda reintroducir con una ley de un solo artículo de rápida aprobación.
Tras atacar duramente al Movimiento 5 Estrellas porque "está en manos de una empresa privada que pretende obligar al pago de penas a sus representantes elegidos por el pueblo en asambleas populares" y haber desafiado a Berlusconi a medirse sobre el futuro de Italia, Renzi aprovechó la oportunidad de la Asamblea de Pd para instar a Beppe Sala a volver sobre sus pasos y rehacer de inmediato la alcaldía de Milán.
El nuevo Primer Ministro, Paolo Gentiloni, expresó su aprecio por el discurso de Renzi.