comparte

Habla el embajador italiano en Ankara, Scarante: "Las empresas italianas en la Turquía de hoy"

GIAMPAOLO SCARANTE, embajador de Italia en Turquía, HABLA: "El martes recibiré a los empresarios italianos en Turquía para hacer un balance con ellos y entender si están sufriendo la situación o seguirán invirtiendo en el país" - Hoy en Turquía hay un mil empresas italianas - "Esperamos que el gobierno de Erdogan no se cierre y reanude el diálogo".

Habla el embajador italiano en Ankara, Scarante: "Las empresas italianas en la Turquía de hoy"

“El martes 25 de junio recibiré a los empresarios italianos presentes en Turquía para hacer un balance de la situación y entender si nuestras empresas están sufriendo o no y si tienen la intención de seguir invirtiendo en el país”. El ponente es Gianpaolo Scarante, nuestro Embajador en Ankara desde hace tres años donde disfruta de un privilegiado observatorio sobre el país. “Hay que ver -declara- si la protesta se vuelve crónica, aunque no me parece que haya un catastrofismo generalizado en este momento”. Sus palabras no tienden a dramatizar demasiado lo que ha sucedido hasta ahora, pero eso no significa que la credibilidad de Turquía no se haya tocado. “El golpe -añade- se produjo”.

Ciertamente, el número de nuestras empresas que residen permanentemente en Turquía ha aumentado constantemente desde hace unos diez años. De hecho, hemos pasado de 180 en 2002 a más de mil este año. Con un comercio entre los dos países de más de 20 mil millones de dólares, de los cuales unos 6 a nuestro favor.

“Cifras importantes –dice Scarante– para un país que en el pasado creció a un ritmo superior al 8% y que sigue creciendo porque está en pleno desarrollo. Tarifas –continúa el Embajador– similares a las de los países asiáticos, pero a la vuelta de la esquina, las de Europa. Un tejido económico fértil, en el que nuestras empresas han echado importantes raíces. Un socio estratégico, Turquía, no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde las políticas relativas al Mediterráneo y los Balcanes. Un país con el que se consolidan y respetan las relaciones”.

Dicho esto, la pregunta que surge es sobre el futuro. ¿Qué va a pasar? “Desde el punto de vista financiero y monetario –explica Scarante– ya ha habido una reacción inmediata. La Bolsa de Valores, que venía mostrando impresionantes tasas de crecimiento desde hacía dos años, dio marcha atrás, perdió terreno, debilitada por la incertidumbre y la volatilidad. Por su parte, la moneda se ha debilitado significativamente. El turismo entonces, especialmente en Estambul, está perdiendo terreno. Todos estos son elementos que podrían tener efectos negativos a largo plazo en los programas de desarrollo económico lanzados por el gobierno actual y en particular en el plan que se refiere a las grandes obras públicas y de infraestructura”.
En definitiva, el problema es si la situación de protesta se cronificará o no. “Una protesta -añade el Embajador- que atraviesa todas las clases sociales y que no está organizada”. Como diciendo que el gobierno de Erdogan, que lleva ya 10 años en el poder en el país, probablemente haya perdido su brillo inicial, ya que habría evolucionado de forma excesivamente autoritaria y favoreciendo la matriz islamista. La percepción en muchos de un retroceso en la democracia en todo lo que toca al ámbito universitario, los medios de comunicación y las asociaciones.

Suficiente para afectar la esfera privada de la vida cotidiana y alimentar la intolerancia de la población. De ahí las protestas y manifestaciones callejeras que han estallado en las últimas 3 semanas. “Esperamos –concluye Scarante– que el Gobierno no se cierre como un erizo, sino que acepte volver a esa tolerancia y ese diálogo que han permitido que el país crezca y se desarrolle de manera tan extraordinaria en los últimos años”. Por el bien de Turquía, pero también de Europa que observa con aprensión la evolución de la situación y la estabilidad de esta zona tan sensible del Mediterráneo.

Revisión