El primer ministro Matteo Renzi aún no ha respondido a las críticas de Jean-Claude Juncker, quien en cambio encomendó al ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, en Bruselas para la reunión del Ecofin, la tarea de apaciguar la descontento UE. Hablando de las relaciones entre Italia y la Unión Europea que "siguen siendo cordiales y constructivas" y señalando que "el gobierno italiano no tiene intención de ofender a nadie y menos a la Comisión Europea o a sus miembros".
Padoan precisó que habló después de haber confrontado al primer ministro Renzi: "Como sucede a menudo, nos escuchamos, nos hemos escuchado sobre esto y hemos compartido las cosas que les he dicho". En cuanto a la flexibilidad, el titular del MEF explicó que "está claro que fue la Comisión de la UE la que la introdujo con el comunicado sobre flexibilidad", pero -añadió- "recuerdo que llegamos ahí con el debate que se desarrolló durante el semestre de la presidencia italiana". Italia, añadió también el ministro, tiene todas las credenciales para acceder a la flexibilidad que permite la UE.
Padoan también pidió a Bruselas una aclaración rápida sobre el banco malo.