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OCDE: cuña alta y salarios bajos en Italia

En el ranking de los 35 países de la OCDE, Italia se encuentra en los puestos más altos de la clasificación de "tartassati". El año pasado, la cuña fiscal para un trabajador soltero sin hijos fue del 47,8 %, 0,08 puntos menos que en 2015, pero aún lejos de la media de la OCDE, que es del 36 %, Italia ocupa el puesto 19 con 42.166 dólares, frente a una media de la OCDE de 43.015 dolares

OCDE: cuña alta y salarios bajos en Italia

En Italia il cuña fiscal, es decir, la diferencia entre el salario bruto y el neto, disminuyó ligeramente en 2016, aunque se mantuvo muy por encima de la media de la UE. La cifra es tanto más grave cuanto que la mayor carga fiscal de nuestro país se aplica a uno salario bruto punto de partida más bajo que los de los otros grandes países desarrollados. Esto es lo que se desprende del estudio anual “Taxing Wage” creado por la OCDE, que tamiza el peso de los impuestos y contribuciones de nómina en los 35 países miembros.

En detalle, el año pasado en Italia la cuña fiscal para un trabajador soltero sin hijos fue del 47,8%, 0,08 puntos menos que en 2015, pero todavía muy lejos de la media de la OCDE, que es del 36% (-0,07 puntos). Para familia de un solo ingreso con dos hijos, la cuña es del 38,6 %, con una reducción de 0,1 puntos, frente a una media de la OCDE del 26,6 %.

En general, Italia ha pasado del sexto al quinto lugar entre los países avanzados por el peso de los impuestos y las cotizaciones sobre los trabajadores solteros y del quinto al tercero en el caso de las familias de renta única. El ranking en el primer caso lo encabeza Bélgica con una cuña fiscal del 54%, por delante de Alemania (49,4%), Hungría (48,2%) y Francia (48,1%). España es decimoquinta con un 39,5%, EE.UU. 25 con un 31,7% y precedida por Canadá y Gran Bretaña (30,8%). El impuesto más ligero con solteros está en Nueva Zelanda (17,9%) y Chile (7%). El mayor incremento se produjo en Grecia, con +1 punto hasta el 40,2%.

En Italia, la caída de la cuña fiscal de los solteros se deriva de la disminución de las cotizaciones a cargo del empleador (-0,11 puntos), mientras que el impuesto sobre la renta aumentó en 0,02 puntos y las cotizaciones a cargo del empleador en 0,01 trabajador. El coste total de la mano de obra en Italia en el caso de un salario medio se estima en 55.609 dólares anuales en paridad de poder adquisitivo, frente a los 55.672 de 2015 y es el 17 entre los países de la OCDE, donde la media es de 50.200 dólares. Bélgica es la primera con casi 75 dólares, por delante de Suiza (74.500) y Alemania (73.700). La media de la OCDE se sitúa en 50.214 dólares.

En cuanto a la salario bruto, o lo que se ve en la nómina e incluye impuestos y cotizaciones pagadas por el trabajador, Italia ocupa el puesto 19 con 42.166 dólares, justo por debajo de la media de la OCDE (43.015 dólares). Los impuestos sobre la renta (21,6%) y las contribuciones pagadas por el trabajador (9,5%) representan el 31,1% de los salarios brutos frente al promedio de la OCDE de 25,5%. Es decir, en Italia el salario medio neto que percibe el trabajador equivale al 68,9% del bruto frente a la media de la OCDE del 74,5% y se traduce en 29.045 dólares (13 dólares más que los 29.032 de 2015) frente a los 31.600 de la OCDE media, 33.900 en Francia y 37.260 en Alemania y también por debajo de los 31.664 dólares en España. Sin perder de vista, entonces, el costo total de la mano de obra pagada por el patrón $55.609.

En el primer lugar de la OCDE por salario bruto se encuentra Suiza con 70.077 dólares, por delante de Luxemburgo (65.500), Holanda (63.500) y Alemania (61.750). En Italia, la cuña fiscal se vuelve aún más pesada en el caso de los solteros de altos ingresos, llegando al 54,1 %, el nivel más alto después de Bélgica y Francia, frente a un promedio de la OCDE del 40,4 %, pero no otorga demasiados descuentos a los de bajos ingresos. -ingresos de los trabajadores (67% del salario medio), equivalentes al 40,8% frente a la media de la OCDE del 32,3%.

Pasando a tributación de las familias de un solo ingreso, las autoridades fiscales más pesadas son la francesa, con una cuña fiscal del 40%, por delante de la finlandesa (39,2%) y precisamente de la italiana con un 38,6%. Si hay dos ingresos en la familia, la brecha es del 38,4% con un segundo ingreso decididamente bajo (33% del ingreso promedio) y del 41,5% si el segundo ingreso es igual al 67% del ingreso promedio. En ambos casos, estos son superiores a los promedios de la OCDE, que son 28,2% y 30,9% respectivamente.

Teniendo en cuenta la subsidios familiares y exenciones fiscales, el gravamen sobre el salario bruto de un trabajador medio con dos hijos se reduce al 19 %, el décimo más alto de la OCDE frente a una media del 14,3 %. Esto significa que el trabajador se lleva a casa el 80,9% del salario bruto frente a la media de la OCDE del 85,7%. Por último, pero no menos importante, la OCDE calcula que la cuña fiscal para el trabajador medio aumentó 0,7 puntos porcentuales en Italia entre 2000 y 2016, pasando del 47,1 % al 47,8 %, mientras que en el mismo período la cuña media de la OCDE disminuyó 1 punto porcentual. del 37% al 36%. Además, desde 2009, por tanto con el inicio de la crisis, la cuña ha aumentado 1 punto en Italia frente a 0,8 puntos en la OCDE.

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