Si en Europa las calificadoras manejan el látigo de la austeridad, en Sudamérica dispensan bonos. Ayer, Moody's elevó la calificación de los bonos del gobierno brasileño de Baa3 a Baa2. La última subida se realizó en septiembre de 2009, elevando su calificación de Ba1 a Baa3.
Brasil ha hecho los deberes: los desempeños del crédito soberano son consistentes con los niveles de margen Baa, los ajustes recientes en las políticas públicas y la perspectiva de mejora en los indicadores fiscales y el crecimiento a mediano plazo deberían conducir a un escenario macroeconómico más sostenible. En resumen, la perspectiva para la calificación de Brasil sigue siendo positiva.
En la nota de prensa, el organismo señala que las buenas intenciones del país sudamericano significan la posibilidad de una nueva elevación de la clasificación entre los próximos 12 y 18 meses. “Esto será posible si el crecimiento económico se modera y continúa a tasas más bajas pero más sostenibles y si las autoridades cumplen con los objetivos presupuestarios a corto plazo”.
De lo contrario, continúa la nota de Moody's, "si no hay evidencia de un progreso significativo en estas áreas, el potencial de mejora asociado con la perspectiva positiva puede desaparecer, dejando la calificación crediticia del país en su nivel actual de Baa2".
Esta noche la Bolsa de Valores de Brasil cerró en positivo, con el índice de referencia, el Bovespa de Sao Paulo, subiendo un 0,18%. El real se fortaleció levemente frente al dólar (+0,13%), también por la debilidad de la moneda norteamericana en el exterior.
