Francia ganó la Copa del Mundo de 2018 al vencer 4 a 2 a Croacia y conquistar así el título de campeón mundial por segunda vez en su historia.
Fue una final pirotécnica ante un estadio repleto y la presencia de una decena de primeros ministros y jefes de Estado entre el público. Un hermoso juego, lleno de emociones y giros. Empezando por el primer punto conquistado por los franceses sobre el gol en propia puerta de Mario Mandzukic, seguido del sorteo ganado por Iván Perisich. Y luego el gol de penalti del "petit diable" Griezmann en el minuto 38 de la primera parte.
Un partido que será recordado como la primera final de un Mundial en el que el árbitro decidió hacer uso del Var antes de pitar el penalti a Francia.
El primer tiempo termina 2 a 1 para los franceses pero Croacia está más feroz que nunca.
La segunda mitad abre con una Francia distraída y apagada, el entrenador Didier Deschamps expresando claramente su preocupación por una Croacia que apremia.
La invasión del campo de cuatro improvisados "hermanos de blues", inmediatamente alejados, aún se mueven los primeros minutos de la segunda parte.
Y luego giro argumental con Pogba: Francia marca el tercer gol en el minuto 14, sentando las bases para la conquista de su segunda Copa del Mundo. Croacia se derrumbó psicológicamente y a 25 minutos del final el francés número 20 Mbappé disparó desde 10 metros: 4 a 1, el partido parece haber entrado en el sprint final.
Y aquí Mandzukic reabre el juego con una jugada maestra relámpago y marca el segundo gol de Croacia en el minuto 26 del segundo tiempo. Francia-Croacia 4 a 2, vuelve a empezar. Pero para los croatas no hay escapatoria: y Francia finalmente levanta la prestigiosa copa por segunda vez en su historia entre lágrimas de alegría y banderas ondeantes. A Croacia el consuelo de haber luchado hasta el último y haber perdido con honor.
