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Mercado del arte en Italia: luces y sombras de los primeros seis meses de 2013

Una reflexión sobre el mercado del arte en Italia en los primeros seis meses de 2013: persiste la dificultad, como en 2012, no solo de colocar las obras, sino también de presentarlas con el fin de una posible transacción – Pero la crisis parece estar completamente Italiano: el modelo es Inglaterra, y Francia y Alemania se defienden mejor que nosotros.

Mercado del arte en Italia: luces y sombras de los primeros seis meses de 2013

Nos alojamos en diciembre pasado de 2012 diciendo: “el año terminó con grandes dificultades para el mercado del arte en Italia. La grave dificultad económica y política del país ha provocado una caída bastante significativa de las inversiones en arte, pero es de esperar que los próximos seis meses sean mejores también de cara a nuevas soluciones políticas en un contexto europeo o global”. Estamos ya al cierre del primer semestre de 2013 y las previsiones con las que soñábamos no se han cumplido en absoluto.

Aún persiste la dificultad no sólo de colocar obras en el mercado, sino también de simplemente presentarlas a efectos de una posible transacción. Casas de subastas, galerías, marchantes, a pesar de su compromiso constante y calificado, ya no son capaces de posicionarse como en años pasados ​​a pesar de que su "hacer" se ha multiplicado por diez hasta la enésima potencia en la búsqueda de nuevas formas de operar y muchas veces optando, resignado, por uno u otro. renunciar o mudarse a otros países extranjeros para encontrar nuevas oportunidades de trabajo.

Sin embargo, esto no sucede en otros países europeos, por el contrario, parece que este "freno al arte" es predominantemente un problema italiano. Para nombrar algunos, piense por ejemplo en elInglaterra que se ha convertido en destino de operadores y sobre todo de compradores de todo el mundo... atrayendo asiáticos, rusos y del Medio Oriente. Las subastas de Londres están repletas de "postores" internacionales, que compiten por las mejores obras, y esto permite que las propias casas de subastas busquen y mejoren cada vez más la calidad, rareza y exclusividad de las obras, condición sine qua no para obtener registros reales.

La Francia se defiende bien, prefiriendo las primeras obras francesas pero de ninguna manera excluyendo todas las obras de gran calidad de artistas internacionales reconocidos. Además del impresionismo, el prerrafaelismo, el orientalismo, el arte y el diseño internacional de posguerra y contemporáneo, se han sumado sectores o pasiones capaces de atraer a París no solo a los franceses sino a compradores de todo el mundo.

La Alemania en cambio, premia a los artistas contemporáneos (incluidos los italianos) que encuentran nuevas oportunidades para acceder al mercado, a través de galerías y lugares de "contaminación cultural" que les permiten exhibir y construir un camino para su propio reconocimiento o primera acreditación en el mercado del arte.  

In Italia a pesar de los diversos resultados presentados por estudios de investigación que confirman que el arte todavía crea un porcentaje de empleo (principalmente en el ámbito organizativo-cultural) hay una disminución evidente en el área comercial, específicamente en la compraventa de obras italianas de cualquier sector o siglo.

Y es así como entusiastas, coleccionistas, inversores internacionales tienen como destinos favoritos, Londres, París, Ginebra, Amsterdam, Mastrich, Entonces New York o 香港…y cada vez menos miran a Italia, excepto para unas vacaciones fugaces.

La primera respuesta que podemos dar es que nuestro país vive una crisis económica sin precedentes que lleva a la gente a calcular todo tipo de gastos, sobre todo si no son de extrema necesidad. La clase llamada "burguesa" que en la época de la "lira" se otorgaba bienes como el arte, incluso por el mero placer de disfrutar de su belleza, descuidando a menudo por completo si podía ser una inversión, ahora se encuentra más bien en la situación de comprometer o dar en garantía precisamente ese o aquellos bienes que se han mantenido hasta ahora, esperando una discreta recapitalización.

En este punto vale la pena hacerse una reflexión real: ¿Cómo salir de este callejón sin salida?  Quizás ha llegado el momento de poder ver este momento histórico no como una profunda crisis sin salida sino como un "cambio" de época, donde han cambiado los equilibrios y las formas de operar, donde hay que repensar un nuevo modelo económico de la cultura y su arte. 

Que hacer  Arte y Turismo… ¡Claro que sí! Capacidad para trabajar en red entre operadores… ¡claro que sí! Hacer del provincianismo un ejemplo de cultura comparable a otros países… ¡Claro que sí! Cultura para todos y no para unos pocos… ¡claro que sí! Recuperar la interdisciplinariedad que ofrecen las galerías como lugares de crecimiento de los jóvenes artistas… ¡claro que sí! Invertir en arte sin especulaciones obvias… ¡claro que sí! Reconocer e invertir en profesionales que operan en el mundo del arte… ¡claro que sí! Patrocinio gratificante… ¡claro que sí! Exención de impuestos -con formas más ventajosas- empresas que invierten en arte… ¡claro que sí!

Si esto y mucho más pasara… ¿volveremos a creer que la cultura es el bien más preciado que poseemos?… ¡Claro que sí!

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