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Inter gana y reserva el Scudetto, Milan está de vuelta en plena carrera de la Liga de Campeones

El equipo de Conte ya está a un pelo de la bandera italiana tras el éxito en Crotone: si el Atalanta no gana hoy al Sassuolo, el Inter es matemáticamente campeón de Italia -El Milan se alza de nuevo ante el Benevento de SuperPippo Inzaghi y entra con fuerza en la Champions League al sprint

Inter gana y reserva el Scudetto, Milan está de vuelta en plena carrera de la Liga de Campeones

Fiesta (casi) completa. Inter conquista Crotone, conquistando así la penúltima pieza para llegar al Scudetto: el último podría llegar hoy si Atalanta no logra ganarle al Sassuolo, de lo contrario será suficiente para sumar un punto en los próximos 4 partidos. En definitiva, hasta las matemáticas están a punto de rendirse ante el paseo triunfal de los nerazzurri, certificados por una segunda vuelta a un ritmo increíble, con 13 victorias y 2 empates en 15 partidos disputados. Una apisonadora dirigida por Conte, no en vano el artífice del primer título después de 10 años de escasez: era necesario para llevar al Inter de vuelta a la cima de Italia, además en una temporada llena de problemas internos, con sus habilidades tácticas y la capacidad de cambiar de opinión en el momento adecuado. Así fue el pasado 28 de noviembre en Reggio Emilia, cuando abandonó sus ambiciones de espectacularidad para volver a un fútbol más espartano y eficaz, decisivo para iniciar el XNUMX en raya que derrotó a la competición, y fue así en la gestión de Eriksen, que pasó de ser una solución a un problema en pocos meses.

El danés, que ya marcó en el Nápoles hace tres días, lo volvió a hacer ayer pese al banquillo inicial: Conte había preferido a Sensi que a él, pero luego, cuando el partido se empantanaba en el 0-0, lo mandó al césped y le devolvió con un derechazo decisivo (69'). El Crotone intentó por todos los medios evitar la derrota que le habría condenado matemáticamente a la Serie B, pero la diferencia técnica con el Inter era demasiado grande. Y así, tras el gol anulado a Lukaku por fuera de juego de Perisic por centímetros, aquí está el 2-0 definitivo firmado por Hakimi (92'), lanzado al contragolpe después de que los calabreses hubieran subido en masa para aprovechar una falta directa. El Inter no podía estar equivocado y no lo hizo, ahora solo le queda sentarse en un sillón y apoyar a Sassuolo, con la conciencia de que, aunque no vengan favores de De Zerbi, el partido solo se aplazará.

“Los chicos tienen el día libre, se quedarán con sus familias porque se merecen un descanso: no queremos depender de otros, pero si pasa... –luchó Conte en la rueda de prensa–. Estos jugadores están haciendo algo histórico, porque si ganamos todos pasarán a la historia del Inter, después de echar abajo un reinado de nueve años. Este campeonato es el resultado de un crecimiento total de todo el equipo, desde todos los puntos de vista, técnico, mental, moral: es un gran grupo”. Fiesta también al otro lado del Naviglioaunque con las debidas proporciones. El Milan no ganó el Scudetto pero ciertamente la victoria sobre el Benevento es importante, por no decir fundamental, de cara a la Champions League. Los rossoneri no tenían otra opción si querían seguir esperando la clasificación para la Europa que cuenta, sobre todo en vísperas del choque directo del próximo domingo ante la Juve.

Misión cumplida, aunque con unas cuantas preocupaciones de más que reiteró, si aún hacía falta, que ese Diablo es mucho más frágil que el admirado en el primer round. Dicho esto, el 2-0 final es merecido, también porque delante no había un rival resignado sino un Benevento hambriento de puntos tanto como el Milan, que hizo que el partido fuera mucho más peleado y divertido de lo que cabría esperar. El equipo de Pioli, sin embargo, tuvo el mérito de desbloquearlo inmediatamente, encontrando el gol de la ventaja ya en el minuto 6 con Calhanoglu, bueno para finalizar una espléndida actuación coral rematada por Saelemaekers y un velo de Kessié. Pero el frenesí puede jugar malas pasadas a ambos lados: de ahí salió una primera parte loca, con los rossoneri devorando varias ocasiones al contraataque, ante un peligroso Benevento en varias ocasiones. La tónica también continuó en la segunda parte, hasta que Hernández encontró el 2-0 al recoger un rechace de Montipò sobre Ibrahimovic, en un toque fácil (60').

Aquí, el sueco es la nota agridulce de la velada: presente en la red en el doblete final y en varias situaciones de peligro, pero también inusualmente cálido de cara a la portería, además de muy nervioso con sus compañeros. Por supuesto, para alguien como él, marcar es fundamental, sobre todo tras perderse los dos últimos partidos, pero sería razonable esperar un mayor protagonismo hacia compañeros más inexpertos, sobre todo en el momento clave de la temporada. En cualquier caso, tenía que ser una victoria y lo fue, para un ranking que ahora ve al Milan en el segundo lugar, pero con un partido más que todos sus rivales en la zona de Champions. “Fue un partido especialmente importante desde el punto de vista emocional y de clasificación, es inútil ocultarlo, no ganar hubiera sido negativo, pero jugamos con personalidad, moviéndose mucho juntos –análisis de Pioli-. Necesitábamos un esfuerzo mental y una aplicación importantes y lo teníamos, pero tenemos que ser más cuidadosos y sólidos cuando los demás atacan: luchamos por un objetivo importante, nuestro rendimiento debe estar a la altura”. Esto último, de una forma u otra, lo fue: ahora el balón pasa a los rivales, llamados a un domingo fogoso como pocos.

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