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La industria es el motor de la recuperación mundial

Según el análisis del Centro de Estudios Confindustria, la recuperación global, en marcha desde mediados de 2016, no traiciona las expectativas de gran vivacidad. Por lo tanto, 2017 se convertirá en el primer año desde 2011 en el que las previsiones no solo se confirman sino que incluso se revisan al alza.

La industria es el motor de la recuperación mundial

La recuperación global, en marcha desde mediados de 2016, no defrauda las expectativas de gran vivacidad. Por lo tanto, 2017 se convertirá en el primer año desde 2011 en el que las previsiones no solo se confirman sino que incluso se revisan al alza. Este es el análisis mensual que publica hoy el Centro de Estudios Confindustria.

El ímpetu toma fuerza de su unidad: tanto los países avanzados, incluidos la Eurozona y Japón, además de EE. UU., como los países emergentes (China e India, pero también Rusia y, con retraso, Brasil).

La industria manufacturera, cuya producción se observa que aumenta rápidamente en casi todas partes, es la fuerza impulsora; el comercio exterior, que ha retomado una vigorosa expansión, es la correa impulsora. El fuerte vínculo entre lo primero y lo segundo son las inversiones: el CSC ha identificado signos concretos del inicio de un nuevo ciclo internacional de compras de maquinaria y plantas, que se alimenta de mayores expectativas de demanda (que, por lo tanto, tienden a autocumplirse). condiciones financieras muy favorables (bajo costo de capital, préstamos y acciones, con tasas de interés en su punto más bajo y bolsas de valores en su punto más alto) y saturación de la capacidad existente. Los riesgos persisten: la expansión del proteccionismo (reafirmado por el resultado del G20) y otras medidas populistas (también adoptadas por gobiernos que no se presentan como tales); incertidumbre política, con elecciones importantes en Europa y consecuencias de los resultados de las encuestas del año pasado (Brexit, elecciones presidenciales de EE.UU.). Frente al escenario global trazado hace tres meses, los principales cambios son la caída del petróleo y otras materias primas y el debilitamiento del dólar; el primero no debería tener los efectos negativos observados hace dos años, mientras que el segundo es limitado por ahora.

La FED, por su parte, procede a normalizar la política monetaria, mientras que el BCE recién ha comenzado a hablar de ello (y no de manera oficial). En Italia coexisten los extremos. Por un lado, las exportaciones superan a los mercados de referencia y conquistan cuotas y las inversiones son brillantes (+7,6% en maquinaria y medios de transporte en 2016); una señal de que los incentivos funcionan y las empresas responden. Por otro lado, el crecimiento sigue siendo bajo, el futuro político es más incierto y el crédito bancario es escaso.

También se espera que el PIB italiano crezca a un ritmo lento a principios de 2017, después del +0,2 % en el cuarto trimestre de 4. Afectado por la tendencia negativa de la producción industrial, que cayó más de lo esperado en enero (-2016 % frente a - 2,3%); a pesar del buen repunte del 1,2% en febrero (estimaciones CSC), la adquirida en el trimestre es del -1,3%. En construcción, la actividad marca -0,3% en enero (-3,8% para compras).

Las encuestas cualitativas pintan una imagen más positiva. En el sector manufacturero, en los 2 primeros meses de 2017, el índice de confianza subió a 105,7 (+2,5 puntos sobre el 4º trimestre de 2016) y el balance de expectativas de producción a 12,5 (desde 10,7 en el 4º). Mayor optimismo también en construcción (+0,4 puntos). El PMI compuesto de febrero señala una aceleración: +2,0 puntos, hasta 54,8 (53,8 en el primer bimestre desde 1 en el cuarto trimestre de 52,5); el fortalecimiento se refiere tanto al sector terciario (+4 puntos, a 2016) como a la manufactura (+1,7, a 54,1). Sin embargo, el anticipador de la OCDE, que bajó un 2,0% en enero (hasta 55,0), no augura un mayor impulso del PIB en la parte central del año.

En enero, las exportaciones italianas aumentaron, a precios constantes, un 0,2% respecto a diciembre y están un 2,3% por encima de la media del 4º trimestre de 2016 (cuando habían crecido un 2,1%; estimaciones CSC). En 2016, el empleo aumentó un 1,3%. 2017 abre bien: aumento del empleo en enero respecto a diciembre (+0,1%, equivalente a +30 mil unidades).


Anexos: Análisis mensual del Centro de Estudios Confindustria

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