comparte

Libia, más violencia antiestadounidense, de Egipto a Yemen. Falsa alarma en el consulado de Berlín

Tras el atentado contra el consulado estadounidense en Benghazi, que costó la vida al embajador Stevens y a 3 funcionarios, continúa la tensión en Oriente Medio por la diplomacia estadounidense - Enfrentamientos en Egipto y Yemen, marchas en Irán - Obama en apuros: casi 2 meses después de la elecciones, se enfrenta a una grave emergencia: enviar dos buques de guerra a Trípoli.

Libia, más violencia antiestadounidense, de Egipto a Yemen. Falsa alarma en el consulado de Berlín

La violencia contra la diplomacia estadounidense en Oriente Medio no cede. Lo que desató la ira de algunos sectores extremistas de la población, que ayer le costó la vida al embajador estadounidense en Bengasi, Chris Stevens, y a tres funcionarios, fue la proyección de la película "Inocencia de los musulmanes", considerada por la comunidad islámica "una blasfemia". ".

Mientras se intenta arrojar luz sobre el asalto a Bengasi, detrás del cual supuestamente está la mano de Al-Qaeda, hoy se ha cometido otra violencia desde Egipto hacia Yemen. En El Cairo, los enfrentamientos entre manifestantes y policías que se produjeron frente a la sede diplomática estadounidense se cobraron 13 heridos, mientras en Sanaa, la capital de Yemen, los manifestantes lograron ingresar a la embajada y prendieron fuego a algunos autos. La policía trató de dispersar a la multitud disparando al aire: un rebelde yemení fue asesinado por una bala disparada por la policía.

También se realizaron desfiles en Irán: unas 500 personas se reunieron cerca de la embajada suiza (que actualmente gestiona los intereses estadounidenses ante la ausencia de relaciones entre Estados Unidos y el país de Ahmadinejad) en Teherán. La manifestación pacífica duró unas dos horas.

Mientras tanto, el clima de terror llega a Europa. El consulado en Berlín fue parcialmente evacuado: según los bomberos, tres hombres experimentaron dificultades para respirar después de abrir un paquete que contenía una sustancia sospechosa. "Nos tomamos este incidente muy en serio", dijo un portavoz de la representación. Pero al cabo de unas horas volvió la emergencia: se trataba de “una falsa alarma -dijo un portavoz policial- no hay sustancia peligrosa”. Los agentes también realizaron controles a un hombre considerado sospechoso, que será puesto en libertad.

Por lo tanto, la situación se vuelve cada vez más tensa, lo que obliga al presidente estadounidense, Barack Obama, a intervenir con fuerza en el asunto: ya ayer por la noche, la Casa Blanca ordenó, como una simple medida "cautelar" por ahora, el envío de dos buques de guerra a Libia. Los dos destructores militares estadounidenses (que llevan misiles Tomahawk y con una tripulación de 300) marchan hacia Trípoli, pero por el momento no hay una misión específica asignada. 

Sin embargo, el presidente Obama no ha ocultado su preocupación, especialmente en un momento delicado como este, a poco más de mes y medio de las próximas elecciones estadounidenses, previstas para noviembre. El líder de los demócratas, que volverá a postularse para la Casa Blanca, llamó a los líderes de Libia, Egipto y Afganistán, pidiendo a Egipto que refuerce su compromiso de defender las embajadas estadounidenses en el país ya Libia para trabajar con las autoridades estadounidenses. El presidente egipcio, Morsi, condenó la violencia y prometió que tanto las embajadas como los turistas estarán protegidos, pero destacó que Mahoma "es una línea roja que nadie debe tocar".

En cuanto a Afganistán, Obama también habló por teléfono con el presidente Karzai: en el país asiático, las autoridades ordenaron el cierre indefinido del portal para compartir videos de YouTube para evitar que otras personas vean el video en disputa.

Mientras tanto, se intenta esclarecer la muerte de los cuatro funcionarios en Benghazi. Según una reconstrucción inicial del ataque en Libia, dos diplomáticos fueron asesinados en un edificio cercano al consulado estadounidense, donde se habían refugiado. Así lo informó el viceministro del Interior de la región oriental de Libia, Wanis el-Sharef, al explicar que las primeras informaciones muestran que hubo dos episodios separados de agresión. Inicialmente, explicó el-Sharef, una multitud de varios miles de manifestantes, armados con rifles automáticos y lanzacohetes, asaltaron la sede del consulado.

Los pocos agentes de seguridad libios que protegían el edificio dispararon al aire para dispersar a la multitud, pero se retiraron poco después. En ese momento, los manifestantes irrumpieron en la villa, la saquearon y le prendieron fuego. Los otros miembros del personal del consulado lograron huir a un edificio cercano. De madrugada tenían que ir al aeropuerto de Benghazi y de allí partir hacia Trípoli. Pocas horas después del asalto al consulado, un segundo grupo de hombres armados atacó el edificio donde se había trasladado personal estadounidense. Los atacantes abrieron fuego contra unas 30 personas dentro del edificio, estadounidenses y libios, matando a dos ciudadanos estadounidenses.. La reconstrucción de los hechos fue confirmada por el Departamento de Estado estadounidense, que precisó que otros dos estadounidenses resultaron heridos en el segundo asalto. 

Revisión