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España crece tres veces más que Italia: por eso

FOCUS BNL – Más déficit público y menos impuestos, más exportaciones e inversiones y más productividad: estas son las claves que hacen que la economía española crezca mucho más que la italiana

España crece tres veces más que Italia: por eso

Durante la recesión, Italia y España vivieron una experiencia similar: entre 2008 y 2013, el PIB de ambos países cayó casi un 10 % en términos reales. Sin embargo, desde principios de 2014, las dos economías han seguido caminos diferentes: España ha recuperado casi por completo lo perdido, mientras que Italia sigue rezagada cerca del 8%. Detrás de estas diferentes actuaciones hay una pluralidad de factores.

Una primera diferencia surge en el manejo de las finanzas públicas. Desde el estallido de la crisis, el balance primario en Italia siempre ha sido positivo, a excepción de 2009, mientras que España ha registrado un persistente déficit. En ocho años, en Italia, la política fiscal restrictiva ha sustraído más de 160 millones de euros de la economía para destinarlos al saneamiento de las cuentas. En cambio, el gobierno español ha inyectado más de 450 millones a la economía para estimular el crecimiento.

Además del apoyo público, sin embargo, España se benefició de la favorable evolución de las exportaciones, que crecieron más que las alemanas, así como de una positiva y eficiente recuperación de las inversiones y una recuperación más rápida de la industria manufacturera. Las principales diferencias surgen, sin embargo, en los servicios. Desde el estallido de la crisis, España ha sufrido la profunda reorganización del sistema financiero y de seguros, al tiempo que se ha beneficiado del fuerte crecimiento del sector turístico. Entre 2004 y 2015, el número total de pernoctaciones en cualquiera de los tipos de alojamiento disponibles en España aumentó más del 20%, mientras que en Italia el crecimiento se detuvo por debajo del 15%. Además de una demanda interna más animada, España tiene una mayor capacidad de atracción de turistas extranjeros.

Lo que está ocurriendo en esta fase de recuperación es simplemente la vuelta de estos dos países a la normalidad que caracterizó la primera parte de la década de 1, cuando España creció casi un 15% trimestral, unas tres veces lo registrado en Italia. Hoy, el impulso de la economía es más débil en todas partes, pero las diferencias entre los dos países siguen siendo similares. El mejor comportamiento español de los últimos quince años tiene su origen en la robusta dinámica de la productividad, que, medida por hora trabajada en términos reales, creció un 2000% entre 2015 y XNUMX, mientras que en Italia se mantuvo sin cambios.

Todo ello es el resultado de varios factores, como, por ejemplo, una política de inversión más orientada al largo plazo. España, sin embargo, también se beneficia de un capital humano que parece más adecuado a los retos del nuevo escenario, con más del 40% de la población de entre 25 y 34 años con titulación universitaria, frente al 25% en Italia. Un capital humano de mejor calidad favorece la investigación y el desarrollo y, por tanto, la difusión de la innovación, contribuyendo a explicar parte del retraso italiano en el uso de nuevas tecnologías en los procesos productivos.

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