Boom de pedidos de Moncler. La marca de edredones, a pocos días de su salida a bolsa prevista para el 16 de diciembre, cerró su salida a bolsa con peticiones por 20 millones de euros, unas 30 veces la oferta total.
Naturalmente, una demanda tan fuerte hizo subir el precio hasta el punto máximo del diferencial previsto inicialmente, en 10,2 euros por acción, para una capitalización ordinaria de 2,55 millones. La demanda de los inversores institucionales se caracteriza por una amplia diversificación geográfica, que incluye Estados Unidos, Europa y Asia.
También es curioso comprobar cómo el éxito de una empresa nacida en Francia (Moncler fue fundada en 1952 en Monestier de Clermont por René Ramillon), pero se hizo italiana en 1992, con el traslado de Pepper Industries al Véneto, antes de pasar a la manos de Ruffini en 2003, llegas el mismo día en que un Informe Eurispes-Uil certifica el fenómeno de la venta, o quizás sería mejor decir sell-off, de marcas italianas a grupos extranjeros.