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Innovación y sostenibilidad, la nueva ola de directores ejecutivos italianos

Del mundo de la energía (Eni, Snam, Enel y Hera) al de las finanzas (Banca Generali), pasando por la moda (Cucinelli). Marco Alverà, Gian Maria Mossa, Francesco Starace, Brunello Cucinelli son los directores generales que buscan nuevas formas de hacer que el mundo de los negocios esté cada vez más en línea con los parámetros ESG.

Innovación y sostenibilidad, la nueva ola de directores ejecutivos italianos

Hay quienes apuestan por nuevas formas de energía como el hidrógeno, que en las plataformas para desarrollar carteras sostenibles, hay quienes apuntan a eliminar el uso de carbono y quienes apuestan por la movilidad eléctrica. Cada vez más grandes grupos y cada vez más directores generales ven solo un futuro posible, el sostenible e innovador. Y así, la palabra sostenibilidad, declinada en varios aspectos, desde los aspectos ambientales hasta los de gobernanza y sociales, está tomando cada vez más espacio dentro de las estrategias corporativas. El primer sector directamente cuestionado es el de la energía, considerado por muchos como uno de los principales problemas ambientales. En este sentido, todas las grandes empresas italianas, Eni, Enel y Snam, han activado programas y protocolos para transformar rápidamente sus respectivos negocios.

Francesco Starace, director general y director general de Enel, también se ha convertido recientemente en presidente del Consejo de Administración de Energía Sostenible para Todos (SEforAll) y fue uno de los firmantes de la carta conjunta enviada por algunos directores generales de los mayores industriales a las instituciones de la UE (Consejo, Parlamento y Comisión Europea) para apoyar la recuperación de la economía y el plan Next Generation Eu, con vistas a un crecimiento sostenible a largo plazo. En términos concretos, Enel espera completar el proceso de descarbonización más rápido de lo esperado por muchos y ya ha lanzado al mercado bonos vinculados a los objetivos de Naciones Unidas. Paralelamente está la apuesta de Snam.

Como parte de su plan de inversiones de 6,5 millones hasta 2023, el grupo liderado por marco alvera ha destinado 1,4 millones al programa “SnamTec” (Tec significa “La empresa energética del mañana”) con iniciativas para aumentar la sostenibilidad de sus actividades y potenciar nuevos negocios verdes como la movilidad sostenible, la eficiencia energética y el biometano. Snam, junto con Diasorin, Iren y Sesa, estuvo en el centro del evento "Campeones italianos por la sostenibilidad" organizado a principios de diciembre por Equita, durante el cual Snam ilustró su papel ahora central en la estrategia nacional italiana para la transición energética hacia Fuentes de energía alternativas como el hidrógeno. A menudo, sin embargo, hablar de sostenibilidad implica ir de la mano de la innovación.

La multiutilidad boloñesa Hera, presidida por Tomaso Tommasi di Vignano y dirigida por Stefano Venier, también es muy activa en términos de innovación y sostenibilidad, con especial atención a la economía circular.

Banca Generali, en teoría perteneciente a un sector conservador como el financiero, comunicó a finales de año una muestra representativa de sus actividades en el ámbito ESG, mostrando cómo el segmento de soluciones de inversión sostenible está en constante crecimiento: 200 instrumentos certificados ESG dentro la oferta y los activos totales invertidos en soluciones vinculadas a la sostenibilidad que ascendieron a 4,5 millones, o más del 13% de los activos bajo gestión. Paralelamente, el instituto dirigido por Gian Maria Mossa está acelerando las soluciones fintech. En particular, Banca Generali ha creado una plataforma digital que desarrolla carteras en línea con los objetivos de sostenibilidad del ahorrador, eligiendo entre productos que invierten en los 17 objetivos de la Agenda 2030 de la ONU, como seguridad alimentaria, erradicación de la pobreza, mejor educación.

Como resultado, MSCI Esg Ratings elevó la calificación de la empresa de BB a BBB. Todavía en el frente de la innovación, también cabe señalar que la compañía que dirige Mossa lleva años trabajando activamente para establecer un modelo de banca abierta cada vez más sólido, como también lo confirman dos transacciones recientes. Por un lado el lanzamiento de Bg Saxo con dos plataformas punteras para operar en el mundo del trading, por otro la entrada en el capital en la fintech Conio que la banca privada anunció hace unos días y que le permitirá amplía tu oferta digital para ofrecer servicios de custodia, comercio y reporte, enfocados en criptomonedas.

Sin embargo, apenas existen campos que combinen los dos conceptos de innovación y responsabilidad como el mundo de los coches electricos, que son una de las fronteras en las que Stellantis está dispuesta a invertir, es decir, el holding que nace de la unión de FCA y PSA, más conocidas como Fiat y Peugeot. El presidente del grupo será John Elkann mientras que el consejero delegado será Carlo Tavares y ambos ya han anunciado que el nuevo gigante del automóvil no ralentizará, sino que acelerará el desarrollo de plataformas para la construcción de coches eléctricos (se prevén 3, dos de PSA y uno de FCA). Una elección que no solo lleva a Stellantis hacia un futuro sostenible, sino que, según una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Turín en colaboración con Anfia y la Universidad Ca' Foscari de Venecia, también podría dar un impulso al sector automovilístico italiano.

Afortunadamente, la lista de gerentes que se enfocan en la sustentabilidad y la responsabilidad social no es tan corta como lo hubiera sido hace 10 años. Y efectivamente, hay alguien que de alguna manera fue pionero de estos conceptos, en medio de su realidad corporativa y es Brunello Cucinelli, que, además, a pesar de una marcada propensión al mundo ESG, ha logrado resultados crecientes a lo largo de los años. Él mismo define el modelo de negocio como “crecimiento sostenible y sana rentabilidad”, modelo que para el emprendedor es un rasgo distintivo de la empresa.

El grupo se ha vuelto así. un "caso" en el mundo de la moda, ya que fue de los primeros en limitar el impacto de uno de los sectores potencialmente más dañinos para el medio ambiente, desde el uso masivo de productos químicos, pasando por la emisión de importantes cantidades de CO2, hasta el consumo directo de energía de la maquinaria utilizada en procesamiento de materias primas, hasta el uso intensivo de fibras como lana y algodón.

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