Luz verde de la Comisión Europea a la adquisición de Ilva por parte de ArcelorMittal. Bruselas ha aceptado los compromisos asumidos por el grupo, que para obtener el visto bueno del Ejecutivo europeo había puesto sobre la mesa una serie de transferencias encaminadas a proteger la competencia en el mercado siderúrgico europeo.
ArcelorMittal se convertirá así en propietaria de las principales actividades de Ilva, en particular del hub siderúrgico de Taranto, la mayor planta integrada de fabricación de productos planos de acero al carbono de Europa.
Para superar las incertidumbres del ejecutivo de la UE sobre la competencia, ArcelorMittal había propuesto unos compromisos que, según explica Bruselas, han "disipado por completo los temores de la Comisión en relación con los productos planos de acero al carbono laminados en caliente, laminados en frío y galvanizados".
En particular, ArcelorMittal ha propuesto vender activos en Bélgica (Lieja), República Checa (Ostrava), Luxemburgo (Dudelange), Italia (Piombino), Rumanía (Galati) y Macedonia (Skopje), así como una serie de activos de distribución en Francia e Italia.
La Comisión considera que "el remedio es suficiente para reducir el poder de mercado que supuestamente obtuvo ArcelorMittal, teniendo en cuenta que en Italia y el sur de Europa la presión competitiva ejercida por las importaciones es particularmente fuerte para los productos básicos en acero laminado en caliente".
Entre los compromisos asumidos por ArcelorMittal para obtener el visto bueno de la European Antitrust para la adquisición de Ilva, el grupo se proponía eliminar al grupo Marcecaglia (importante competidor italiano en el sector de los productos planos de acero al carbono galvanizado) del consorcio de compra , "comprometiéndose también a no adquirir acciones del grupo Marcecaglia como parte de la operación". La Comisión explicó que “esto evita que la competencia se debilite aún más debido al fortalecimiento de los vínculos estructurales entre las tres empresas”.
Según la comisaria europea de defensa de la competencia, Margrethe Vestager, “la decisión de hoy garantiza que la adquisición de Ilva por parte de ArcelorMittal, que creará, con mucho, el mayor productor de acero de Europa, no dará lugar a un aumento de los precios del acero, en detrimento de las industrias europeas, los millones de personas que trabajo allí y los consumidores. La venta de los activos de Ilva a ArcelorMittal también debería contribuir a acelerar las medidas urgentes de remediación ambiental en el área de Taranto. Para proteger la salud de los habitantes de Tarento, es apropiado que estas operaciones de remediación esenciales continúen sin demora".
Durante la investigación en profundidad realizada por la European Antimonopolio sobre la operación ArcelorMittal-Ilva, los servicios comunitarios examinaron más de 800 documentos.
