comparte

Golf, un reto entre los Reyes del green en el Masters de Augusta

Los cien mejores jugadores del mundo saltan al campo en el exclusivo club de Georgia – Tiger Woods y Rory McIlroy son los favoritos, pero hay muchos otros jugadores estrella que pueden ganar – En representación de Italia están los hermanos Edoardo y Francesco Molinari.

Golf, un reto entre los Reyes del green en el Masters de Augusta

Son los cien mas fuertes y famosos del mundo, los más ricos, los más patrocinados, los que tienen nervios y muñecas de acero, suficientes para hacer volar la pelota a más de 300 kilómetros por hora en la dirección que ellos quieren: son los golfistas invitados al Masters de Augusta, en Georgia, el exclusivo club donde se juega cada temporada el primero de los cuatro majors. Un desafío que se juega en uno de los campos más bellos de Estados Unidos, entre azaleas fucsias y greens rápidos como losas de hielo, donde espera a los jugadores el córner amén, del 11 al 13. Campo palíndromo, como se ha podido observar, dado que los dieciocho hoyos se alternan de la siguiente manera: los nueve primeros, par 4, 5, 4, 3, 4, 3, 4, 5, 4; los últimos nueve par 4, 4, 3, 5, 4, 5, 3, 4, 4.

Es el Masters número 76 en el que Italia participa con orgullo con dos campeones, los hermanos Edoardo y Francesco Molinari. Gran ausente de Big Easy, el sudafricano Ernie Els, un swing fantástico, pero un putt traicionero durante algunos años y por eso no logró entrar en el top 50 del ranking mundial. Por otro lado, estuvieron presentes algunos ex campeones del Masters como Tom Watson, mientras que el gong, a las 7,40 de la mañana del jueves, estuvo a cargo del drive de tres leyendas del golf: Arnold Palmer, Gary Player y Jack Nicklaus.

En la pole position están, como es habitual: Tiger Woods y Rory McIlroy, pero detrás de ellos rugen los motores el No. 1 del mundo Luke Donald y el No. 3 Lee Westwood. En una tercera fila ideal encontramos a Charl Schwartzel, campeón defensor; Justin Rose, ganador en Doral hace unas semanas; Keegan Bradley, ganador del PGA Championship 2011 y putter envidiable; el gran campeón Phil Mickelson que vistió la casaca verde en tres ocasiones. Y de nuevo: Martín Kymer; el simpático y fortísimo Bubba Watson; el ganador del campeonato de Accenture, Hunter Mahan; los españoles Jimenes, García, Quirós, el número 5 del mundo Steve Strecker, el australiano Adam Scott, Jason Day, Jim Furyk, Nick Watney. O tal vez uno de los muchos orientales que están creciendo en el golf a un ritmo impresionante, empezando por el veterano KJChoi. Para estar seguro de acertar un pronóstico, se deben mencionar casi todos, porque lo mejor del golf mundial está en el campo y cada jugador está decidido a hacerse valer.

Tiger es siempre el favorito, por las casas de apuestas y por el público, y quiere ganar Augusta por quinta vez, acortando la distancia con Jack Nicklaus (18 majors ganados contra 14 de Woods). Para el tigre es el decimoctavo Maestro: “La mitad de mi vida”, observó. Una cita a la que llega en un estado de forma deslumbrante, gracias al extraordinario trabajo realizado con el entrenador Sean Foley y al buen entendimiento encontrado con el caddie Joe LaCava. Sus fanáticos no lo han visto golpear la pelota tan largo y derecho durante años y esto es un buen augurio, pero el golf no se trata solo de longitud y precisión. Tiger Woods, en su mejor momento, era capaz de ganar un major sin aguantar el drive en el campo, salvando el hueco de las situaciones más inverosímiles o incluso cojeando. Fue la fuerza mental del campeón lo que impresionó e intimidó incluso a sus oponentes. Luego fueron 30 meses de crisis, por motivos claros, problemas de rodilla y escándalos, pero mientras tanto ha crecido una generación de campeones que ya no le tienen miedo. Primero McIlroy. Los dos se admiran: "Uno de los mejores recuerdos que tengo de Augusta -dijo el joven norirlandés- es de 1997, tenía 7 años y vi a Tiger ganar el Masters por televisión". Por otro lado, según Tiger McIlroy es un campeón que durará mucho tiempo, porque sabe aprender de sus errores.

Augusta para Rory es un buen campo de pruebas, ya que en 2011 se desplomó a 10 en la cuarta vuelta, tras haber dominado durante 54 hoyos. El destino, burlón como siempre, ha asegurado que McIlory juega con Ángel Cabrera en las dos primeras jornadas de este Masters, como en la cuarta jornada de 2011, por lo que podrá competir contra sus fantasmas en perfectas condiciones. A su favor está el hecho de que después de 12 meses es otro: es un campeón consagrado, que apenas unas semanas después de Augusta ganó otro major (el US Open). En resumen, esos fantasmas deberían mantenerlos a raya.

Luke Donald y Lee Westwood también quieren ganar, aún sin mayores, y el tam tam dice que el número uno del mundo debe ser coronado por uno de los grandes torneos. O no es un rey real. En el podio de la clasificación se sientan adentro con McIlroy y en este nivel el juego se juega solo entre ellos, porque tienen una puntuación mucho más alta que sus oponentes. Ni siquiera Tiger puede recuperar el título de número uno del mundo que ostentó durante 13 años seguidos en Augusta. Pero la temporada es larga y en los próximos meses la rueda de la clasificación podría girar mucho.

Mientras tanto disfrutemos del Masters, que se transmite en vivo en Sky por la nocheAdemás, hay varias posibilidades también a través de Internet. Para los que sueñan con ir a Augsburgo, las entradas para 2013 estarán a la venta a partir del XNUMX de mayo. Puede ser una experiencia única, dado que uno no entra en ese campo si no es invitado. Es un Club muy retrógrado, tanto que no se admiten mujeres como socias. Un mal topo, para un lugar tan espléndido.

Revisión