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Godzil-Land, un fantástico viaje desde el Mundo Perdido hasta Jurassic Park

“La tierra de Godzil. Un viaje fantástico del Mundo Perdido a Jurassic Park" muestra, de forma amena y verdaderamente estimulante, lo que podríamos definir como la epopeya del dinosaurio, una "bestia" que en menos de un siglo ha conquistado un asiento de primera fila en el Fantástico mundo de adultos y niños. Padua, centro cultural Altinate San Gaetano

Godzil-Land, un fantástico viaje desde el Mundo Perdido hasta Jurassic Park

Han reemplazado a conejitos, cachorros, gatitos y pandas como compañeros de sueño de nuestros hijos. Son los protagonistas de películas taquilleras, interminables series de televisión, grupos musicales se han dado a sí mismos sus nombres. Si los dinosaurios no existieran, tendríamos que inventarlos.

Lo cual sucedió en el lago Ness donde se utilizó hábilmente la memoria del gran reptil anfibio para hacer famoso en el mundo un lugar hasta ahora ignorado (casi lamentamos que el engaño se decretara oficialmente como tal). Los dinosaurios, porque lo son, en pocas décadas se han convertido en una presencia universal, en la imaginación, en el lenguaje, en las artes.

La exposición está organizada por el Departamento de Cultura del Municipio de Padua en colaboración con Arcadia Arte, con la contribución de la Fundación Cassa di Risparmio di Padova e Rovigo, al mismo tiempo que la gran exposición “Dinosaurios. Gigantes de Argentina”, abierta hasta el 26 de febrero de 2017 en el centro cultural Altinate San Gaetano.

“Los pequeños –recuerda Fabrizio Modina que es el brillante comisario de la exposición Godzil-Land– los aman por su monstruosa agresividad, los adultos por su testimonio silencioso. Los dinosaurios se han convertido en una constante cultural de nuestro tiempo. Su voluminosa presencia es uno de los temas narrativos más longevos de la ciencia ficción que, desligados del rigor científico, los ha convertido en protagonistas de historias inolvidables, utilizándolos las más de las veces como advertencia de la fragilidad del hombre”.

“Godzil-Land” obviamente va más allá de la esfera de la paleontología y no tiene objetivos científicos. Se limita a investigar estas voluminosas y queridas presencias en nuestra vida cotidiana. Su poderoso encanto de iconos de lo fantástico. Criaturas plácidas y benéficas o fuerzas sanguinarias de la naturaleza empeñadas en poner en aprietos al héroe del momento oa toda la humanidad, según quién se lo cuente o tal vez según el momento personal.

Esta exposición fascinará a cualquiera con corazón de niño y curiosidad de adulto. No es de extrañar que los dinosaurios hayan entrado espontáneamente en el imaginario colectivo de la fantasía y lo fantástico, poblando la literatura, el cine, la televisión y las artes figurativas desde hace décadas, como inteligentemente confirma esta exposición amenizando.

Ocho secciones, cientos de "hallazgos". En las distintas secciones se recogen materiales procedentes de colecciones privadas y museos.
No huesos fósiles, moldes o reproducciones de los grandes dinosaurios primitivos. Pero criaturas de las que se habla en cuentos, o imágenes y dibujos. Ampliamente presente en todos los hogares del planeta y sobre todo en la mente de todo el globo terrestre: un fenómeno único de penetración cultural universal.

Mérito del cine, ante todo. Ya mucho antes de King Kong o Jurassic Park, los dinosaurios fascinaron los cines: Gertie the Dinosaur de Winsor McCay data de 1914 y es uno de los primeros ejemplos de animación de la historia. Anticipa los éxitos planetarios que, siempre en el tema de los dinosaurios, le han valido a Disney y Pixar enormes colecciones, por mencionar algunos.

Una sección en exhibición está dedicada a Gojira (o Godzilla en la versión occidental). El enorme lagarto que encarna todo el miedo a las mutaciones genéticas provocadas por el uso de las bombas atómicas, entregando también a los dinosaurios la delicada tarea de denunciar el mal uso de la tecnología. La criatura japonesa, revisitada de diversas maneras, ha sido protagonista de innumerables producciones a ambos lados del Pacífico durante más de medio siglo.

Desde su aparición, la televisión identificó a los dinosaurios como un tema que garantizaba máxima audiencia. Se producen decenas y decenas de series animadas en las que son protagonistas o, como en el caso de los Picapiedra, "hombros" destacados.
En la sección reservada a DinoBooks encontramos los dinosaurios en la literatura y la ilustración. Personajes como Julio Verne o Sir Arthur Conan Doyle se han ocupado de ellos, seguidos de excelentes epígonos. Lleva demasiado tiempo describir las obras maestras que Dino inspiró a más de un siglo de ilustradores.

La sección DinoComics está igualmente abarrotada. Dinosaurios en los cómics, con tiras de firma, especialmente norteamericanas y japonesas. El siguiente apartado dedicado a los Dinosaurios y la Música despertará asombro, pero no demasiado. Ellos son los que dan nombre a los grupos musicales, principalmente el T-rex, y siguen siendo los protagonistas de muchas canciones de éxito.

Por supuesto también se convirtieron en protagonistas de videojuegos. Porque, como revela el último apartado, los dinosaurios ya son legendarios pero son muchos los que sueñan con poder convertir la leyenda en realidad. Junto a la multitud de entrenadores de Pokémon que persiguen a su amado Pikachu, hay un ejército de "cazadores de dinosaurios" que en todo el mundo, desde África hasta Australia, sueñan con encontrarse con un brontosaurio en lugar de un velociraptor, sobrevivido o renacido de un huevo olvidado.

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