De mal en peor: Vincenzo Nibali vive en Andalo otra mala jornada de un Giro que en la salida le saludaba como superfavorito y que ahora, tras el segundo fracaso consecutivo, corre el riesgo de verle incluso fuera de la zona del podio. Lo Squalo aguantó y luchó en la larga subida al Mendola, incluso dando la impresión de lastimar a Steven Krujiswjick, pero fue un destello en la sartén que se apagó a los pocos minutos. En el Fai della Paganella, cuando despegó Alejandro Valverde, al que inmediatamente se unieron Krujiswjick y Zakarin, el italiano se fue a la deriva, incapaz de cambiar el ritmo con las piernas pesadas que se encuentra hoy.
Incluso Esteban Chaves, decepcionado en el Mendola, se le unió y lo dejó. El Tiburón no pudo aguantar las ruedas de Majka y tampoco de Ulissi y Jungels, dos purasangres que, sin embargo, no suelen ser relámpagos en las montañas. Una pena: Nibali llegaba a Andalo 11º junto a Pozzovivo, a 1'47" de Valverde, que con 36 años, superando al sprint a Krujiswjick, ganaba su primera etapa en el Giro, en un noble final que se saldó con la victoria de Eddy Merckx en rosa en 1973.
Cada vez más rosa está hoy Steven Krujiswick, en su tercer segundo puesto a la llegada, que etapa tras etapa va legitimando los vaticinios que a partir del domingo, tras la contrarreloj en el Alpe di Siusi, le señalan como probable ganador del Giro. Tres colocaciones más preciadas y estratégicas que una victoria: en Corvara el holandés puso contra las cuerdas a Valverde. En la contrarreloj le dio el primer empujón a Nibali. Ayer en Andalo asestó otro durísimo al Squalo, un auténtico arpón contra su más temido rival, ampliando además su ventaja sobre el segundo de la clasificación, Chaves ahora exactamente a 3 minutos de distancia.
Ante la garra y determinación de Valverde, el murciano campeón de Movistar es quizás más que el grimpeur colombiano de Orica Green el rival a vigilar de Krujiswjick antes de coronar su rosa de cuento de hadas. Chaves es impredecible. A Nibali le traicionaron las piernas, cayendo al cuarto puesto con 4'43”, también amenazado de cerca por el ruso Zakarin. Es cierto que faltan las dos etapas terribles de Risoul y Sant'Anna di Vinadio, pero también son muchos los minutos tranquilizadores que guarda este holandés, de 29 años el 7 de junio, apodado el "Gancio" por su largo cuello y hombros anchos.
Un apodo hasta ahora desconocido para la mayoría porque de Krujiswjik siempre se ha hablado poco o nunca, a pesar de ser profesional desde 2010. Sus únicos éxitos son la sexta etapa de la Vuelta a Suiza en 2011, finalizando tercero por detrás del vencedor, el estadounidense Levi Leipheimer. y Damián Cunego. Volvió al éxito en 2014 en la Arctic Race of Norway. Por lo demás, unas buenas posiciones, dos veces entre los diez primeros del Giro, 8º en 2011 y 4º el año pasado. En el Tour, su mejor resultado de los tres disputados hasta el momento es un 15º puesto en 2014.
Pero hoy está a un paso de llegar de rosa a Turín y saltar inmediatamente a los honores de la historia. Será el primer holandés en ganar la gran carrera por etapas italiana, en la edición que vio al Tiburón como gran favorito, en la que un Gorila ganó la mayor cantidad de etapas, pero al final todos terminaron inesperadamente derrotados y colgados del suelo. Gancho.
