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Giorgia Meloni: los cinco más y los cinco menos de su programa de gobierno presentado al Parlamento

En algunos puntos del programa ilustrado en el Parlamento, la nueva premier fue clara y contundente mientras que en otros casos se mostró más insegura, evitando disolver las contradicciones entre su pasado y la necesidad de actuar con pragmatismo.

Giorgia Meloni: los cinco más y los cinco menos de su programa de gobierno presentado al Parlamento

Algunos sostienen que el presidente Giorgia Meloni presentó al Parlamento no un programa de gobierno, sino un manifiesto político más adecuado para un congreso del partido que para las salas parlamentarias. Es un juicio poco generoso porque lo normal es que al presentarse en Habitaciones el Presidente del Consejo indica el lineas generales que inspirará las decisiones del nuevo gobierno, tratando de esclarecer el punto de llegada de su política. En aproximadamente una hora y diez minutos de discurso, el presidente Meloni dio varias indicaciones políticas tanto sobre temas internacionales como sobre muchos temas de política interna. En algunos casos fue tajante y convincente, mientras que en otros se mostró más insegura, evitando disolver las contradicciones entre ciertas actitudes de su pasado y la necesidad de actuar con pragmatismo (como ella misma ha manifestado reiteradamente que quería) para afrontar la tormentosa situación en la que se encuentra a la hora de tomar el mando del buque Italia.

Para avanzar con soltura en su largo y apasionado discurso, hemos identificado los cinco puntos más convincentes y los cinco que a nuestro juicio quedan un poco oscuros.

Meloni: en primer lugar está la necesidad de volver a crecer

En primer lugar fue claro al indicar el "crecimiento” como la única forma de reducir la deuda pública y volver a dar satisfacción a los italianos en términos de salarios y mejora de los servicios públicos. Este es un punto importante que ningún gobierno anterior a Draghi había fijado como bandera rectora de su acción. Meloni dijo que estaba dispuesta a hacer lo necesario para liberar las energías de Italia incluso a costa de desagradar a alguien o incluso arriesgarse a no ser reelegida.

Su razonamiento fue muy claro. Ingresos por ciudadanía, especialmente en la réplica, donde explica que esta medida asistencial es en la práctica la admisión de una derrota. En otras palabras, la política ha declarado que nada se puede hacer para vencer la pobreza ofreciendo un trabajo con proyección de carrera y por lo tanto condena a la gente a vivir de los subsidios públicos. El trabajo, en cambio, es el único medio que permite dignificar a las personas que también están llamadas a contribuir al bienestar de toda la comunidad.

En repetidas ocasiones ha valorado a los empresarios al afirmar que su Gobierno tendrá como objetivo no molestes a los que quieren hacer. Acentos liberales, pero no corroborados por indicaciones concretas de medidas a tomar. Excelente discurso sobre el "mérito" que parte de la escuela, pero luego debe extenderse a todo el sistema. Es un error -argumentó- nivelar el punto de llegada porque de lo contrario, según algunos, se crearían desigualdades. Por el contrario, el Estado debe nivelar los puntos de partida y luego el mérito individual decidirá en qué nivel querrá ubicarse cada uno. Y después de todo, en este campo puede presumir de su experiencia como un "desvalido" que con sus propias fuerzas ha ascendido al puesto de primer ministro. Finalmente, fue clara y clara sobre política exterior, sobre unirse a la OTAN, sobre permanecer en Europa, sobre contrastar la agresión rusa en Ucrania.

Entre los puntos negativos está su visión de una Europa de las patrias

Pero si pasamos de la política exterior global a Europa, nos damos cuenta de que Giorgia Meloni dice cosas mucho menos convincentes. A su juicio, Bruselas debería ocuparse de cosas menos detalladas y hacer mejor temas estratégicos como la lucha contra la pandemia o una política energética. Estas quejas chocan con su idea de Europa Confederal, es decir, de una unión de estados soberanos que de vez en cuando (si se encuentra la unanimidad) podrá delegar ciertos poderes a Bruselas. Pero es precisamente porque los Estados no han querido delegar en Bruselas competencias sobre política sanitaria, energética, así como sobre el presupuesto común o la política exterior y de defensa, por lo que a la UE le cuesta tener voz en el escenario mundial en el que la Se juntan nacionalistas rusos y nubes muy negras.

MELONI, AMBIGÜEDAD EN LA POLÍTICA PRESUPUESTARIA Y MÁXIMA CONFUSIÓN EN LA POLÍTICA INDUSTRIAL

También persisten algunas ambigüedades en la política fiscal. Cierto es que dijo que por ahora no se pueden cumplir las promesas de la campaña electoral impuesto de tasa única, pensiones, pero luego mencionó la necesidad de reducir la cuña fiscal además de obviamente dedicar el máximo de recursos a limitar los efectos de los altos costos de la energía y reducir la inflación, también a través de la reducción del IVA en algunos productos populares. Teniendo en cuenta que los tipos de interés están subiendo, algunas de sus declaraciones no son del todo tranquilizadoras para evitar que nosotros también acabemos como Gran Bretaña.

Máxima confusión sobre la política industrial donde se asoman empujes estatistas (por ejemplo en las redes), junto a la cacareada intención de desburocratizar y apoyarse en el espíritu emprendedor de los italianos. Ni una palabra sobre la política de competencia que en cambio debería ser una piedra angular de todo liberal sincero.

También hay algo de desorden en el inversiones extranjeras. Los queremos (pero hoy estamos en la retaguardia de Europa) pero no deben ser inversiones especulativas. ¿Quién debe investigar las intenciones de la multinacional ansiosa por instalarse en Italia?

finalmente en reformas institucionales, se corre el riesgo de implementar inmediatamente la autonomía diferenciada sin revisar simultáneamente las facultades y funcionalidades de la autoridad central, dando así un golpe definitivo a nuestras ya frágiles instituciones.

Como podéis ver luces y sombras. Estos últimos están destinados a empeorar debido al conflicto latente dentro de los partidos mayoritarios. Berlusconi ya ha bombardeado el política exterior, mientras Salvini se prepara para hacer la guerra a política presupuestaria. La presidenta dijo que quería "revertir las predicciones negativas" sobre su gobierno. Pero no será fácil con los compañeros de viaje que conoce.

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