Justo en el momento en que Europa tiene mayor necesidad de colaborar con Turquía para frenar la llegada de refugiados de Oriente Medio, se abre una fragua diplomática entre Berlín y Ankara. El Parlamento alemán aprobó ayer una moción que define como "genocidio" la masacre de armenios por parte de los turcos otomanos hace un siglo. La canciller Angela Merkel no estuvo presente en la votación debido a compromisos con el jefe de la OTAN. La reacción de Turquía, sin embargo, no se hizo esperar: Ankara retiró de inmediato a su embajador en Alemania.
El Parlamento alemán ha tomado una decisión que "comprometerá seriamente las relaciones entre los dos países", respondió el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien en los últimos días ya había amenazado, junto con el primer ministro turco Binali Yildirim, con consecuencias en las relaciones bilaterales a nivel económico y militar. .
El de Alemania fue un gesto "irracional", según Yildirim, que se había referido a la votación en el Parlamento de Berlín como una "verdadera prueba de amistad" entre ambos países, argumentando que en todo caso es "un problema de Alemania", dado que no viven “3,5 millones de votantes de origen turco” que “aportan 40 mil millones a la economía alemana”. Previamente, el primer ministro de Ankara había asegurado que en cualquier caso esta votación no pondrá en entredicho el acuerdo con la UE sobre migrantes.
“Hay mucho que une a Alemania con Turquía y, aunque tengamos diferencias de opinión sobre un solo tema, el alcance de nuestras conexiones, nuestra amistad y nuestros lazos estratégicos es demasiado grande”, intenta suavizar el impacto la canciller Angela Merkel. . Pero para el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, la adopción del texto “es indigno de las relaciones amistosas entre nuestros países”, dice, asegurando que Turquía responderá “de manera adecuada”. Y el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, tuiteó: "La forma de cerrar las páginas oscuras de la historia de uno es no empañar la historia de otros países con decisiones parlamentarias irresponsables e infundadas".
Desde el final del Imperio Otomano, los gobiernos turcos han rechazado sistemáticamente el término "genocidio" y han cuestionado la expulsión y el asesinato de 1,5 millones de armenios entre 1915 y 1916.
