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Gas: Europa prepara el plan para reaccionar ante el posible corte de suministro de Rusia

Los ministros de energía de la UE lo debatirán en el consejo extraordinario del 26 de julio - El principio que subyace al plan es la solidaridad, pero Hungría ya se ha pronunciado

Gas: Europa prepara el plan para reaccionar ante el posible corte de suministro de Rusia

El próximo miércoles la Comisión de la UE presentará un plan para hacer frente a lo posible cortar el suministro de gas de Rusia. Según Bruselas, de hecho, con una planificación oportuna es posible limitar el impacto en un tercio sobre el PIB de una interrupción repentina del suministro.

El principio detrás del plan es solidaridad entre estados miembros, llamó a una acción "coordinada" y una "cooperación transfronteriza", con el fin de "reducir los efectos en cascada a través de las fronteras y el mercado interior de la UE".

El problema es que Hungría ya se ha llamado a sí misma. Budapest ha proclamado el estado de emergencia, anunciando que a partir de agosto prohibirá las exportaciones de energía para garantizar la cantidad de gas necesaria para el invierno.

A pesar de esta deserción, los ministros de energía de la UE discutirán el plan en su reunión extraordinaria del consejo el 26 de julio. En el borrador de la Comunicación, anticipado por Corriere della Sera, la Comisión explica que, “en el espíritu de solidaridad y cooperación europeas, debemos garantizar el gas fluye hacia donde más se necesita, protegiendo tanto a nuestros usuarios domésticos como a nuestros trabajos y a la economía en su conjunto”.

Bruselas invita a un “ahorro coordinado de la demanda", que "podría limitar el impacto negativo sobre el PIB" ante el alto riesgo de "un deterioro significativo de la situación del suministro", dado que Gazprom ya ha hecho saber que no puede garantizar "el funcionamiento seguro" del Norte gasoducto Arroyo 1 a partir del 22 de julio, fecha en la que deben concluir los trabajos de mantenimiento.

Propuestas de Bruselas para ahorrar gas

En términos prácticos, la Comisión propone el requisito para los edificios públicos limitar la calefacción a 19° y la refrigeración a 25° y la introducción de subastas o licitaciones para fomentar la reducción del consumo de los grandes consumidores (principalmente industrias, que obtendrían una compensación). A las familias, por otro lado, se les podría pedir que bajen un grado la temperatura de la casa.

Bruselas también sugiere que las industrias acuerdan intercambios contractuales por adelantado de su producción desde una región expuesta a cortes a una región menos expuesta, para ser activados en caso de emergencia.

La Comisión invita entonces a prolongar, cuando sea posible, la vida de la centrales de carbón y nucleares y para suavizar temporalmente los límites ambientales.

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