Una multitud oceánica, que creció con el paso de las horas, bastante más de un millón de personas y tal vez incluso dos millones, marchó en la marcha republicana en París.
LOS JEFES DE ESTADO SE VAN
En la primera media hora al frente de la procesión, 50 jefes de Estado y de Gobierno estrecharon el brazo del presidente francés, François Hollande, para testimoniar que Europa y el mundo "son Charlie" y están en contra del terrorismo. Esta fue la parte de mayor impacto histórico con los líderes mundiales saliendo del brazo de Hollande quien, después de unos veinte minutos y tras observar un minuto de silencio, se despidió y les dio las gracias. La procesión prosiguió entonces y la multitud siguió creciendo a medida que pasaban las horas, tanto que la propia Prefectura declaró que tenía dificultades para intentar una estimación de asistencia, aunque aproximada: nunca se había visto tal multitud desde la Liberación, observaron a algunos participantes mientras que en el resto de Francia otras marchas involucraron no menos de 500-600 mil personas. La marcha fue un hecho "sin precedentes", declaró el Ministerio del Interior, que no dio cifras pero precisó, mientras aún se desarrollaba la manifestación, que "los manifestantes se dispersaron en un área mucho mayor de la prevista". Un enorme despliegue de fuerzas policiales y militares garantizó la seguridad.
PARÍS CAPITAL DEL MUNDO
"Hoy París es la capital del mundo", dijo Hollande y no era un cliché dada la impresionante cantidad de líderes mundiales que querían estar presentes en la marcha que serpenteaba desde la Place de la République hasta el Palce de la Nation. “Nuestros valores son más fuertes que sus amenazas, estamos aquí para decir que no nos detendremos, no dejaremos que sus amenazas nos detengan”, dijo el primer ministro italiano, Matteo Renzi. En primera fila estaban la alemana Angela Merkel, el británico David Cameron, el presidente de la UE Jean-Claude Junker, junto al premier israelí Benjamin Netanyahu y el presidente palestino Abu Mazen divididos pero cercanos o en todo caso unidos por el peligro yihadista.
Pero muchos otros tomaron partido: el premier belga Charles Michel, el holandés Mark Rutte y la danesa Helle Thorning Schmidt, el español Mariano Rajoy. Y luego los primeros ministros de Hungría, Grecia, Letonia, Portugal, República Checa, Letonia, Bulgaria, Croacia, Luxemburgo y Suecia. Estuvo presente el presidente suizo, pero también delegaciones de Turquía, Malí, países árabes y africanos. Están el rey Abdullah de Jordania, el presidente nigeriano Jonathan lidiando con el brutal terrorismo de Boko Haram y están los jeques de los Emiratos Árabes Unidos. Por otro lado, no hay nadie que represente a EE.UU.: ni el presidente Obama, ni el vicepresidente Biden, ni el subsecretario de Estado Kerry.
MIL CARAS
Las mil caras de la procesión en la que no faltaba un enorme lápiz con la inscripción "Sin miedo", vieron también en el primer tramo a las familias de las 17 víctimas del atentado contra Charlie Hebdo y el hipermercado kosher. Solo un empleado de la tienda, Lassana Bathily, quien con enorme coraje salvó a una docena de rehenes encerrándose con ellos en la cámara frigorífica, fue reconocido y aplaudido por la multitud.
ESLOGAN Y MARSELLAISE
Muchos eslóganes fueron gritados a todo pulmón por la inmensa procesión: "Nous sommes tous Charlie" fue uno de los más repetidos junto con "Liberté, égalité, dessinez, écrivez". O “Soy Charlie, judío, policía”. Muchas pancartas: "Amigos musulmanes, los fanáticos han tomado como rehén a vuestra religión"; “Es la tinta la que debe fluir, no la sangre”. "Por la paz y contra el terrorismo". Twitter se vio invadido por mensajes con el hashtag #marcherepublicaine: "Soy musulmán y soy Charlie", uno entre muchos. Y la Marsellesa, el himno nacional francés, sirvió como banda sonora del evento.
CUMBRE DE MINISTROS DEL INTERIOR
Romano Prodi también estuvo entre los participantes en la manifestación: "La manifestación de hoy abre la esperanza y es un momento de emoción, todos nos sentimos cercanos a los franceses", observó, pero traduciendo todo esto en política "y en acción común es un gran salto." Sin embargo, los ministros del Interior europeos intentaron definir las primeras intervenciones para intensificar la lucha contra el terrorismo y se reunieron en una cumbre en París, antes de la manifestación. Hay varias medidas en marcha: acelerar el uso del código de reserva, el Pnr, por parte de las aerolíneas con fines antiterroristas; alimentar una estrategia de "contrarretórica" en línea para contrarrestar la dinámica de reclutamiento; aumentar el intercambio de información entre países. La posibilidad de modificar el tratado de Schengen, como desea España, también se discutió con el Gobierno francés que, por boca del ministro Bernard Cazeneuve, se dijo dispuesto a poner mano en el contenido del convenio. Pero la propuesta fue rechazada por el ministro italiano Angelino Alfano: “Schengen es un gran logro de libertad que no se puede dar a los terroristas. Reforzaremos el sistema de información de Schengen pero no podemos dar marcha atrás en estas conquistas de la libertad". El estado de alerta por seguridad, incluso en Italia, "es máximo", aseguró la ministra.
NO SOLO FRANCIA
También se realizaron manifestaciones en Londres, Estocolmo, Berlín, Madrid. En Italia, manifestación en Milán frente al consulado francés mientras que en Roma las banderas francesa y europea de la Embajada en el Palacio Farnese, que habían sido arriadas a media asta tras la tragedia, volvían a izarse media hora después del inicio de la Procesión de París: “Hoy el mundo se levanta por la libertad”.
