Otro año bajo la lupa de la deuda española, que seguirá en riesgo de rebaja aunque Madrid consiga driblar la petición de ayuda del BCE, según las líneas del programa extraordinario "OMT" puesto en marcha por Mario Draghi el verano pasado
Así lo afirmó la agencia de calificación Fitch, que bajo la palabra del responsable de los ratings soberanos, David Riley, subrayó la fragilidad de la situación española: reducir el déficit representa una tarea onerosa para un país lastrado por la recapitalización de la banca, pero sobre todo por una economía real que lucha por recuperarse.
La tendencia de este último genera preocupación: si se mantuviera la tendencia actual, es decir, si el PIB de Madrid se contrajera de nuevo en 2013 en otro 1,5-2% de la economía, el desempleo podría llegar al 30% y la senda de consolidación financiera estaría amenazada.
“Estos serían tiempos oscuros -informó Riley-, estos son los elementos decisivos, aunque en este escenario España aún logra financiarse y esquivar el espectro de la OMC”.