Facebook abre la billetera y cierra el caso de las Historias Patrocinadas, el programa que tomó información sobre un producto compartido voluntariamente por un usuario con sus contactos y luego la mostró en anuncios en otras páginas, completa con datos y fotos de perfil de usuarios desprevenidos.
Para poner fin a la demanda colectiva sobre los anuncios la red social de los 1 millones de amigos ha sido condenada pagar 20 millones de dolares. Sin embargo, los testimonios involuntarios involucrados, alrededor de 600, recibirán algo más que una cantidad simbólica, es decir, 15 dólares cada uno. El monto contenido, según el juez que lo fijó, se explica por la dificultad de documentar y cuantificar cualquier daño económico.
Lo que más importa, en este punto, es la victoria sobre un tema cada vez más candente, el de defender la privacidad de los suscriptores de Facebook. La red social fundada por Mark Zuckerberg, de hecho, ha tenido que firmar un compromiso formal para poner en marcha controles más detallados en la gestión de la información compartida dentro de su programa de anuncios promocionales además de haber incrementado en los últimos años el nivel de confidencialidad en acceder a aplicaciones para dispositivos móviles, lo que permite a los usuarios evaluar qué información quieren compartir a través de las aplicaciones.