Las cosas van peor de lo esperado para las empresas de la eurozona. En junio, el índice PMI descendió más de tres puntos respecto al mes anterior, hasta situarse en 53,3, muy por debajo de las previsiones. Este es el ritmo de expansión más bajo desde hace 20 meses. Según Chris Williamson, economista jefe del centro de investigación Markit Economics, esta "otra caída en el impulso no augura nada bueno para el tercer trimestre". Las divergencias en el crecimiento nacional siguen siendo “preocupantes. De las cuatro principales naciones de la eurozona, solo Alemania siguió registrando un PMI en línea con un fuerte crecimiento del PIB trimestral en junio, aunque incluso aquí el ritmo se desaceleró notablemente. Mientras tanto, las pymes muestran un ligero crecimiento solo en Francia y España, mientras que en Italia existe el riesgo de una nueva recesión”.
En nuestro país, el índice PMI relativo al sector terciario ha vuelto a caer en terreno recesivo: 47,4 puntos desde los 50,1 de mayo, según las cifras elaboradas junto con Adaci, asociación de gestores de compras. El umbral de 50 puntos representa el límite entre la expansión y la contracción de la actividad. En los últimos días se había informado que el componente del índice relativo a la industria manufacturera también había terminado en valores recesivos, con 49,9 puntos en mayo. “La encuesta de junio concluye un trimestre negativo tanto para el sector terciario como para el sector privado en general –observa Andrew Self, otro economista de Markit, respecto a los datos italianos”.
El crecimiento a principios de año "parece haberse ralentizado -prosigue Self- y los analistas se centrarán en la tercera nación más grande de la eurozona, a la espera de nuevas señales de debilitamiento, dado que quienes implementen los planes políticos y económicos tendrán que lidiar con la crisis de la deuda pública en la eurozona. En el lado positivo, sin embargo, tras meses caracterizados por descuentos, las empresas terciarias parecen haber recuperado el poder de decisión sobre los precios y la presión sobre los costes operativos parece haber abandonado los picos alcanzados en el pasado”.
