La cuña fiscal se come casi la mitad del salario de los trabajadores italianos: el 47,6 %, un 1,1 % menos en los últimos cinco años, una cifra considerablemente superior a la media de los países de la OCDE, donde el peso de los impuestos y las cotizaciones en la nómina se detiene en un 35,6% más humano para una diferencia de exactamente 12 puntos porcentuales. Así lo revela un informe de la organización parisina relativo a 2012. Los datos se refieren a solteros sin hijos.
Eurispes, por su parte, analiza las diferencias internacionales en los sistemas de prestaciones de la seguridad social, destacando cómo Italia, que en su momento tuvo el sistema de pensiones más caro del área de la OCDE, ha introducido "el mejor sistema de pensiones para un futuro más equitativo, haciendo malabarismos entre el antiguo sistema de salarios y uno más acorde con el período histórico”, con la adición de pensiones colectivas e individuales complementarias, ambas facultativas, a la pensión básica pública.