Incluso Cuba puede ser un pequeño ejemplo de innovación. La isla caribeña, símbolo de la revolución castrista pero que hoy intenta abrirse al menos en parte a la empresa privada, se encuentra notoriamente a la vanguardia de la sanidad: en las últimas semanas ha estado experimentando con 6 vacunas diferentes (una de ellas con China ), el único país sudamericano en poder permitírselo, y para el verano espera vacunar al menos a la mitad de su población, confirmándose desde este punto de vista entre los países más avanzados de América Latina. Pero ahora Cuba también está descubriendo que es tecnológica: está a punto de ser puesta en el mercado el primer teléfono móvil 100% fabricado en Cuba, efectivamente “hecho en Cuba”, como dirían por allá. No es poca cosa, si se tiene en cuenta que muchos países occidentales (incluida Italia) no tienen fabricantes de teléfonos móviles. Sin embargo, como es el estilo del régimen, no hay muchos detalles al respecto, excepto que el teléfono fue diseñado por Gedeme, el grupo nacional de tecnología de la información, telecomunicaciones y electrónica.
Según la prensa local, a finales de junio los dispositivos estarán disponibles en las tiendas de los dos principales operadores de telecomunicaciones, Etecsa y Copextel: inicialmente se venderán 6.000 unidades. Y será una novedad absoluta, dado que durante años en Cuba solo se vendían teléfonos móviles Nokia o Alcatel antiguos, y que los smartphones solo se pueden conectar a Internet desde 2018. Pero ahora, con el nuevo rumbo político liderado por Miguel Díaz Canel, la isla de Fidel Castro quiere intentar hacerse menos dependiente de las importaciones también en el mercado telefónico, consciente ya de que el presidente estadounidense Joe Biden difícilmente aliviará las sanciones. El gerente general de Gedeme, René Cano Díaz, garantizó que el software de los teléfonos móviles fue desarrollado íntegramente por instituciones locales: en una primera fase, los dispositivos no tendrán sistema operativo propio, pero luego -dicen las autoridades- se implementará uno en colaboración con la Universidad de Ciencias de la Información, que se llama NovaDroid.
Sin embargo, el innovador new deal cubano no termina aquí: Gedeme también está tratando de diseñar la producción de tabletas y computadoras, para ser utilizadas en particular parainformatización de la escuela pública, que también estará equipada con televisores interactivos. No solo eso: Cuba también quiere entrar en el juego de la energía verde y por eso la empresa estatal trabaja en una serie de productos electrónicos "verdes", como bombillas LED, pizarras electrónicas, y ha lanzado un proyecto para las fuentes de energía. renovables, especialmente la fotovoltaica.
