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CSC Confindustria: cuentas exteriores, Alemania daña la eurozona

ANEXO PDF - En la crisis todos los países eurodéficit ajustaron sus cuentas exteriores - El balance de Italia pasó del -3,5% al ​​+1,5% del PIB, el de España del -9,6% al +0,5% - El superávit alemán, sin embargo, se mantuvo sin cambios en niveles insostenibles niveles (+7,1%), por encima de los umbrales europeos – Con una pérdida de bienestar para todos: por eso.

CSC Confindustria: cuentas exteriores, Alemania daña la eurozona

Durante la crisis, los países periféricos de la eurozona corrigieron rápidamente sus déficits de cuenta exterior, mientras que los países del centro no hicieron nada por reducir sus superávits. La balanza por cuenta corriente italiana pasó del -3,5% del PIB en 2010 al +1,5% en 2014 y la española pasó del -9,6% en 2007 al +0,5%. Alemania, en cambio, la ha mantenido sustancialmente invariable en un nivel (7,1%) excesivo tanto según los principios económicos más elementales como sobre la base de los umbrales de alarma europeos. El llamado six-pack, de hecho, estipula que un superávit no puede superar el 6% del PIB (una cifra ya de por sí elevada). Es cierto que el superávit de Alemania con el resto de la eurozona se ha cancelado (desde el 2,9% del PIB en el primer semestre de 2007), pero a través de menores exportaciones al resto de países de la eurozona más que a través de mayores importaciones, que en cambio disminuyeron.

Para saldar cuentas, los países deficitarios tuvieron que recuperar la competitividad de los precios y reducir el nivel de vida, generando deflación y reducción de la demanda que no fueron compensadas, como hubiera sido lógico y adecuado, con políticas expansivas en los países superavitarios, sobre todo Alemania. Resultado: demanda interna más débil de la zona del euro, menor empleo y menores ingresos. En resumen, menos bienestar para todos, incluidos los alemanes. Y deflación en todo el ámbito: para combatirla, el BCE debe tomar medidas para remediarla con medidas que por sí solas no serán suficientes. Un marco de fragilidad e inestabilidad. Para salir de ella, necesitamos un estímulo a la demanda interna a través de la política presupuestaria. Estímulo que el plan Juncker no garantiza. Por tanto, se necesita una dinámica más viva de precios, consumo e inversiones en los países superavitarios, en particular en Alemania, para reequilibrar el peso del ajuste y limitar sus efectos negativos, que ya están sintiendo los efectos de la economía alemana. sí mismo.


Anexos: Nota CSC n.3-2015.pdf

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