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Covid-19, pobreza extrema para 43 millones de personas en África

Según un informe muy reciente del Banco Mundial, la pandemia pospone la recuperación económica del continente africano a 2022. El impacto será diversificado, aquí el análisis en los diferentes estados y las posibles salidas

Covid-19, pobreza extrema para 43 millones de personas en África

Senegal, Costa de Marfil y Ghana se salvan, gracias a sus recursos agrícolas, del desastre económico que el Covid-19 está provocando en África y tras el cual 43 millones de habitantes están regresando a su condición original de extrema pobreza. Estos son algunos de los datos que contiene el informe que, bajo el título “Pulso' África” la Banco Mundial lanzado el 8 de octubre.

En primer lugar, el sur de África es el área que concentra alrededor del 60 por ciento de los casos de Covid-19 encuestados en el África subsahariana con más de 24 muertes que, en cualquier caso, representan solo el 2,5 por ciento del total mundial. El informe trata de predecir qué problemas traerá como regalo el virus a un continente en perpetua recesión y cree que la recuperación de la economía debería estar entre 2 y 3,2 por ciento no inmediatamente sino solo en 2022.

Esta, que llega a fin de año y en 2021, será una recesión histórica, muy dura también porque la riqueza de materias primas con que cuenta el continente choca con una demanda mundial en constante desplome y con frecuentes fluctuaciones de precios.

En última instancia el PIB de África subsahariana caerá alrededor de un 3,3 por ciento a finales de añocon picos de recesión más pesados ​​para países más ricos como el Nigeria que tuvo un -6,1 por ciento para el segundo trimestre y el Sudáfrica -17,1 por ciento. África central y África occidental han sufrido menos los efectos negativos de Covid-19 en la economía, según el informe, que África oriental y meridional. Kenia, Etiopía y las islas también han sido los que más han sufrido por la pérdida de ingresos sustanciales del turismo. Senegal, Costa de Marfil y Ghana, protegidos por su agricultura, estructuradas y en crecimiento, están experimentando una crisis económica mucho menos severa.

En general, el virus está acabando brutalmente cinco años de progreso económico y social en el continente que lamentablemente tendrá una recuperación territorial muy lenta y muy diversificada. El informe recuerda que a los problemas inducidos por la crisis de los países no africanos, grandes compradores de materias primas del continente, se suma el empeoramiento de algunos Deficiencias africanas "históricas" lo que se traducirá en menores inversiones de empresas y familias, ralentización de la producción industrial no tradicionalmente avanzada, bloqueo del turismo, continuas variaciones en los precios de las materias primas, fuerte descenso de las remesas de emigrantes y, sobre todo, desplome de las inversiones extranjeras .

Además – se subraya – la difusión de uno pesará aún más sobre todo corrupción asfixiante. Este deterioro general se traducirá en una deuda para el continente valorada en alrededor del 3,5% del PIB.

¿Qué hay que hacer para contener las graves consecuencias sociales y económicas? Hay dos indicios que todos los expertos, africanos y extranjeros, vienen aportando con insistencia desde hace tiempo y que son aún más válidos porque los países que los han adoptado han resistido mejor la ola de la crisis del Covid-19. La primera se refiere a la necesaria transformación digital y el segundo la intensificación de comercio intraafricano. La tecnología digital -la pandemia lo ha demostrado- se convierte en una formidable ayuda para mantener unidos a los ciudadanos, las instituciones, la salud, la industria y la agricultura. Kenia, Mozambique, Togo, Zambia, Namibia, África del Sur y Etiopía han impulsado sus activos digitales al mejorar la agricultura, la educación y la atención médica de varias maneras.

En cuanto al comercio intraafricano, el Banco Mundial ha insistido en la necesidad de implementar plenamente el Zleca (Área de Libre Comercio Continental Africana)) como protección eficaz contra las crisis originadas en otros continentes. De hecho, el informe ha demostrado que la mejora registrada en la facilitación del comercio entre los países de África Oriental ha permitido amortiguar la caída del 18,5% en el segundo trimestre del comercio mundial. La reducción de las barreras aduaneras ha permitido a Kenia desarrollar el comercio hasta superar el umbral de su nivel anterior a la crisis con repercusiones positivas desde el punto de vista económico.

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