El impacto del Coronavirus en la economía real se puede apreciar en los primeros números de inflación y empleo de febrero y en las previsiones de marzo. El parón de las actividades productivas, el aislamiento forzoso de millones de personas están haciendo sentir los primeros efectos en Europa y en EE.UU., aunque El tsunami se sentirá especialmente en el segundo trimestre de 2020, las señales ya están ahí.
En los Estados Unidos, las estimaciones iniciales indican que El coronavirus podría costar la pérdida de 47 millones de puestos de trabajo, una cifra muy elevada aunque proporcionada a una población de más de 300 millones de habitantes. No solo eso: a raíz de este pronóstico y los efectos de la caída del mercado de valores, se espera que la confianza del consumidor encuestada por el Conference Board en marzo caiga significativamente a 110 desde 130,7 en febrero.
Pero las cosas no están mejor en Europa. Esperando a entender lo que nos pasará, mientras está en camino una nueva maniobra que llevará el gasto estatal a 50 mil millones para apoyar la emergencia y mientras se asume una reapertura gradual de las actividades productivas no antes del 18 de abril, nuestros vecinos europeos también están lidiando con la crisis. En Alemania lEl paro según la encuesta PMI debería aumentar en 40 mil unidades en marzo, con el consiguiente aumento de la tasa en una décima hasta el 5,1%.
La caída del empleo es la más rápida desde mayo de 2009 y ha afectado tanto a la industria como a los servicios. Para proteger el mercado laboral el gobierno alemán ha ampliado su programa Kurzarbeit, que permite a las empresas, si se enfrentan a una caída de la demanda, reducir la jornada laboral sin tener que despedir trabajadores. El programa evitó efectivamente un fuerte aumento del desempleo durante la recesión de 2008-09. Alemania también está luchando con la desaceleración de la inflación: en marzo, la estimación preliminar indica una caída a 1,4% a/a, luego del pico alcanzado con 1,7% en febrero.
En Italia según Istat, esta cifra podría incluso descender negativamente ya en marzo, hasta el -0,3 % interanual. Se espera que la mayor contribución a la caída de los precios provenga del transporte, mientras que se esperan aumentos en el sector alimentario. Las medidas tomadas para combatir el COVID-19 podrían no solo empujar a la baja la inflación en los próximos meses, sino también causar problemas en la significación estadística de los datos. En cualquier caso, la tendencia a la baja de los precios debería acentuarse en abril, tras la bajada de aranceles.
El pesimismo está muy extendido en toda la zona del euro. In Francia los efectos de las medidas adoptadas para contener el COVID-19 podrían provocar una reducción del consumo de entre un 6 y un 7% en el trimestre. El índice de confianza económica ESI desarrollado por la Comisión Europea registró una fuerte disminución a 94,5 en marzo (-8,9 puntos en comparación con el valor anterior). La caída está liderada por el desplome de la confianza en los servicios a -2,2 (-13,3 puntos respecto al valor de febrero), seguido por la caída del índice de ventas minoristas, que cayó a -8,3 desde -0,2 el año anterior, y del sector manufacturero. , que cae a -10,8 desde -6,2 (-4,6 puntos).
La caída fue menos severa en el sector de la construcción (a 2,7 desde el 5,4 anterior). El desglose por países indica que, entre las principales economías de la Eurozona, el ESI ha disminuido fuertemente en Italia (-17,6 puntos respecto al valor anterior) y Alemania (-9,8 puntos respecto al valor anterior), mientras que Francia (-4,9 puntos respecto al valor anterior), España (-3,4 puntos respecto al anterior) y Holanda (-4 puntos del valor anterior). El último dato de confianza del consumidor del mes de marzo confirma el valor de la estimación preliminar de -11,6, con Italia que, también en este caso, registró la peor caída.
