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Conte en la encrucijada: negociar con la UE o dimitir

Con los mercados cerrados, el presidente del Gobierno dictará sus condiciones a los dos viceprimeros ministros, pidiéndoles que dejen de lado el tono de campaña electoral y le den vía libre para negociar con Bruselas - En caso de respuesta negativa, el abogado italiano paso atrás

Conte en la encrucijada: negociar con la UE o dimitir

Para alojarse en el Palacio Chigi, Giuseppe Conte pide a Lega y Movimento 5 Stelle que firmen una tregua dejando de lado la campaña electoral permanente, también porque los próximos meses serán muy difíciles. hay que liderar las negociaciones sobre las cuentas con la Unión Europea y en este frente el Jefe de Gobierno el pide mano libre, porque no pretende pasar a la historia como el primer primer ministro en firmar uno Procedimiento comunitario de infracción contra nuestro país. Este, en resumen, es el sentido del discurso que Conte pronunciará el lunes por la tarde con los mercados cerrados, dirigiéndose a todos los italianos. Si no llegan respuestas positivas de Luigi Di Maio y Matteo Salvini, laabogado de los italianos volverá a ser abogado y ya está.

La Premier se convenció de tomar el camino del ultimátum tras el increíble lío de la carta de respuesta a la UE, que llegó a la prensa antes de Bruselas a pesar de la habitual manita misteriosa.

Conte sabe bien que el partido con Europa es decisivo para la estabilidad del país. Y también sabe -desde Bruselas lo hacen saber informalmente- que la carta de justificación enviado el viernes por el ministro de Hacienda, Giovanni Tria, fue juzgado insuficiente. Compromisos demasiado vagos, estimaciones aproximadas.

Por ello, la Comisión Europea concluirá el miércoles su informe sobre Italia dando luz verde al procedimiento de infracción por incumplimiento de las normas sobre deuda. Sin embargo, la última palabra sobre la decisión -que impondría medidas restrictivas a Italia durante al menos cinco años- corresponderá a los ministros de Finanzas de la UE, que se reunirán para el Ecofin el 9 de julio.

Mientras tanto, Conte espera haber reiniciado el motor ahora muerto del gobierno. Pero el intento de la Premier no parece tener muchas posibilidades de éxito: es demasiado improbable que esta mayoría se convenza de votar por una maniobra correctora de las cuentas públicas. Supondría excluir la posibilidad de inclusión en el presupuesto de otoño el déficit fiscal uniforme, sobre el que Salvini ha vuelto a presionar con decisión tras el triunfo en los Europeos.

La crisis ya está en ciernes y la sensación es que los dos aliados no esperan más que un pretexto para oficializarla.  

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