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CAMPEONATO - La Juve gana el derbi con los campeones juveniles: 3 a 0 ante Toro

DERBY DELLA MOLE - Los bianconeri doman al toro con los chicos de la cantera: marcan el turinés Marchisio (2) y Giovinco (que hace estallar de alegría la curva de la Juventus) - La locura de Glik es decisiva, ya que es expulsado en la primera parte - Pirlo falla un penalti - Y ahora el campeón italiano, tras consolidar su liderato en la clasificación, piensa en la Champions League

CAMPEONATO - La Juve gana el derbi con los campeones juveniles: 3 a 0 ante Toro

Claudio Marchisio y Sebastián Giovinco tienen muchas cosas en común. Por ejemplo, ambos nacieron en Turín y pasaron todo el proceso en el sector juvenil de la Juventus. Es lógico, pues, que fueran ellos los que decidieran el partido ante Toro, que por una vez escapaba definitivamente a la lógica de los derbis. A diferencia de lo que suele ocurrir en los derbis, el equipo favorito dominó y ganó el partido. falla de Kamil Glik, que en el minuto 36 de una primera parte tensa y equilibrada cometió una auténtica locura, yendo a segar a Sediarini con una peligrosa y desconsiderada intervención. Inevitable la decisión del colegiado Rocchi de expulsar al zaguero, que dejó en diez al Toro justo en su mejor momento.

Porque las granadas habían entrado bien en el campo, enjaezando a una Juve más tensa de lo necesario e incluso rozando la ventaja con Meggiorini. La expulsión de Glik, en cambio, alteró el equilibrio, ya decir verdad, no sólo eso. De hecho, los 5 minutos de locura de Toro llegaron a su clímax en el minuto 41, cuando Basha (ya amonestado) tocó el balón con la mano en el centro del área. Sería penalti más expulsión, pero Rocchi "olvida" la tarjeta en el bolsillo y se limita a pitar el tiro desde los once metros. Decisión incomprensible, pero que así sea. La Juve aún tendría la oportunidad de cerrar el partido, pero los penaltis en los derbis de Scirea son un problema bastante serio. Hace once años Marcelo Salas, ante la misma portería, pateó el balón de la victoria hacia las estrellas, igual que Andrea Pirlo, casi hipnotizado por la maldición del derbi de Saboya. Salvo que en 2001 la "culpa" fue de Maspero, quien cavó un pequeño agujero debajo de la mancha, mientras que esta vez no hay justificación.

Entras en el descanso con una primera mitad sustancialmente equilibrada en tus ojos, pero con la sensación de que la segunda mitad será muy diferente. De reforzar esta idea se encargará Conte, que sustituye a Giaccarini por Bendtner, por una Juve de tracción delantera como nunca antes. De hecho, las oportunidades abundaron, pero Pogba, Pirlo y Vucinic se dejaron hipnotizar por Gillet. Para ganar el derbi hace falta el corazón blanquinegro de Marchisio, que en el minuto 57, cuando el espectro del empate comenzaba a cernirse sobre el Estadio, remató de cabeza un centro de Giovinco desde la derecha. En esencia, el partido podría terminar aquí, pero como el derbi no es un partido como todos los demás (Ventura dixit), los blanquinegros siguen atacando de frente. En el 68 Giovinco decide emular a Marchisio y firmar el derbi della Mole; lo hace con una de sus jugadas, o mejor dicho un derechazo que enfría a Gillet y hace estallar el Estadio. En ese momento los bianconeri empiezan a pensar en la Champions y bajan el ritmo; pero como Toro intenta reaccionar, los campeones italianos lo devuelven a su sitio. La asistencia de pecho de Vucinic es espectacular, pero nunca como la zurda de volea de Marchisio, que pone el sello al derbi de Turín.     

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