El Bundesbank cree que los mercados son solo un respiro temporal y se está preparando para la batalla. En 2012, el banco central alemán casi duplicó sus provisiones para riesgos, inflando la partida del balance de 7,7 a 14,4 millones de euros. Así se desprende de las cuentas anuales del banco, que cerró 2012 con un beneficio neto de 664 millones de euros, ligeramente superior a los 643 millones del año anterior, precisamente por las provisiones.
“A pesar del importante aumento del margen de intereses, el beneficio apenas se movió por el aumento de las provisiones para riesgos – explicó el presidente de Buba, Jens Weidmann -. La crisis financiera y la crisis de la deuda soberana son los mayores riesgos para la economía alemana. Para la eurozona, el riesgo a corto plazo es el de desinflación, es decir, una caída de la tasa de inflación por debajo del objetivo a medio plazo del BCE, en un nivel inferior pero cercano al 2%”.
