No será un paso sencillo el que Berlusconi, esperado mañana en Montecitorio, se dispone a afrontar en el Parlamento para obtener el viernes un voto de confianza. El Presidente de la república, Giorgio Napolitano, ha puesto en efecto, con una nota oficial, una pregunta precisa al primer ministro y al Parlamento, no sólo en la cantidad de la mayoría, sino también en su calidad. Es decir, de la capacidad de esa mayoría que "se recompuso el pasado mes de junio con el aporte de un nuevo grupo" para "garantizar obligaciones esenciales, también en relación con compromisos internacionales".
Todo ello tras subrayar los "hallazgos institucionales" de la votación de ayer en la Cámara que rechazó el artículo 1 de la ley de presupuesto. El presidente de la Cámara, Gianfranco Fini, acudirá esta tarde al Quirinale y deberá señalar las dificultades para continuar con el trabajo parlamentario normal.
Mientras tanto el Consejo para el reglamento decidió en la mañana que el proceso para la aprobación del informe del presupuesto estatal, tras el rechazo del artículo 1, debe considerarse concluido: el examen del acto no puede proseguir. Una opinión abiertamente refutada por Fabrizio Cicchitto al final de la conferencia de líderes de grupo que tuvo lugar a última hora de la mañana. Sobre el informe “se está estudiando una vía técnica –explicó nuevamente Cicchitto-. El Quirinale y el Gobierno están en contacto. Pero discutimos el silogismo de la oposición según el cual el rechazo a este documento equivale a desconfianza en el Gobierno”.
Lo ocurrido ayer en Montecitorio es un hecho completamente nuevo, pues en ocasiones anteriores, tras el voto negativo en el Parlamento, los primeros ministros (Andreotti y Goria) habían tenido que dimitir y por tanto el presupuesto había sido aprobado por sucesivos gobiernos. La intervención del Presidente de la República en referencia al significado institucional de la votación de ayer, de hecho, debilita la tesis de la mayoría y de Berlusconi según la cual la de ayer no fue más que un accidente "técnico" en el camino.
Las oposiciones siguen pidiendo la dimisión del Gobierno, mientras en la mayoría todo está en marcha y no se descarta que ante el voto de confianza, y la dificultad objetiva en la que se encuentra el Gobierno, la pequeña pero numerosa disidencia del PDL, pero también de la Liga para volver a hacerse oír.
