La rigidez de los sindicatos y las empresas es un gran obstáculo para el desarrollo de Italia. Así lo afirmó el número uno del Banco de Italia, Ignazio Visco, durante su discurso en la Universidad Luiss de Roma con motivo de la celebración del centenario del nacimiento de Guido Carli.
Según Visco, “los lazos y trampas, entendidas como rigideces legislativas burocráticas, corporativas, empresariales y gremiales, son siempre el principal obstáculo para el desarrollo de nuestro país. Los problemas de Italia hoy son muy similares a los que se podían observar al final de la gobernación de Carli”.
En cuanto a la situación económica actual, “los signos de un despertar que vemos son alentadores –continuó Visco–, pero deben confirmarse en los próximos meses y años: la constancia en la acción reformadora es fundamental. Solo abordando con determinación los problemas estructurales que han frenado la economía italiana incluso antes de las crisis recientes y que han agravado las consecuencias, será posible retomar una senda de crecimiento sólido y duradero”.
Para el Gobernador, “hoy no falta, como en el pasado, la conciencia de las cosas por hacer. Pero los movimientos de la política, del cuerpo social, se han presentado obstaculizados y la acción se ha mostrado en gran medida insuficiente respecto a la necesidad. Sin embargo, las consecuencias del estancamiento son distintas a las que se manifestaron en los años setenta: mientras entonces era inflación, hoy es estancamiento”.
En los últimos años, agregó el número uno de Bankitalia, "hemos retrocedido, hemos acumulado retrasos para aprovechar las oportunidades que ofrecen los grandes cambios: la globalización del comercio y la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación".
