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Banco de Italia: "En Lombardía la economía se desacelera pero el empleo crece"

La presentación de la nota de actualización económica del Banco de Italia sobre la economía de la región de Lombardía revela un fuerte estancamiento económico en los principales sectores, desde la fabricación hasta las exportaciones. Sin embargo, la tasa de empleo subió al 68,4%

Banco de Italia: "En Lombardía la economía se desacelera pero el empleo crece"

Si el modelo de Milán se ralentiza, ¿qué ocurre con el modelo de Italia, que ya va a la zaga en las estimaciones de los niveles de crecimiento de las economías europeas? “La región de Lombardía es una referencia en Italia y tiene una fuerte presencia en el exterior, basta pensar en las empresas de inversión extranjera que abren sus oficinas en la capital lombarda. El modelo de Milán fue el método que permitió lograr una serie de buenos resultados, pero es útil para dar un método, uno no debe dormirse en los laureles. La incertidumbre pesa mucho, y pesa sobre todo en nuestra región porque está mucho más expuesta que las demás”, comentó Giuseppe Sopranzetti, director de la oficina de Milán del Banco de Italia, durante la presentación de la actualización económica de los resultados de la región de Lombardía.

Según los datos presentados esta mañana, 19 de noviembre, en Milán el tren de la economía lombarda registra un progresivo frenazo. Si desde fines de 2014 la economía regional se había reactivado luego de enfrentar una de las peores crisis de las últimas décadas, acelerando significativamente el ritmo de crecimiento entre fines de 2017 y principios de 2018, en los primeros nueve meses de este año el desempeño empezó a frenar de nuevo. Esto se debe a una serie de variables que subyacen en la desaceleración que impacta a toda la economía mundial: es laincertidumbre económica mundial y baja confianza de consumidores, inversores y productores. No es solo un problema italiano, aunque la península es el estado que más tiene que recuperarse, ya que lleva al menos un cuarto de siglo creciendo menos que sus otros competidores, dice Sopranzetti.

A la región de Lombardía le va mejor que a todas las demás en Italia, a excepción de las exportaciones, que tras dos años de crecimiento sostenido cayeron un 0,6% respecto a 2018, cuando las exportaciones crecieron un 5,6%.

Datos en mano, el informe elaborado por el Banco de Italia muestra un debilitamiento de la manufactura, un sector en el que la producción se mantuvo sustancialmente sin cambios en los primeros nueve meses del año, deteniéndose en +0,3%, mientras que el año pasado en forma anual creció un +3%. La consecuencia de este estancamiento fue la disminución de las exportaciones y las inversiones. De los sectores en los que aumentó la actividad productiva, el de alimentos mostró la dinámica más dinámica, al crecer un 2,8%.

En general, en una situación económica estancada e incierta, las inversiones permanecen estancadas y se espera que permanezcan así en 2020, en igualdad de condiciones.

Una nota de color en el marco general de la economía lombarda es el mercado laboral. En la primera parte de 2019, a pesar de la debilidad de la actividad económica, continuó la expansión del empleo y, por tanto, la reducción de la tasa de desempleo. El número de ocupados en los primeros meses del año aumentó un 1,2% respecto al mismo periodo de 2018, mientras que la tasa de ocupación ascendió al 68,4%.  

Los niveles actuales de incertidumbre en la economía mundial se encuentran entre los más altos de los últimos veinte años debido al Brexit, las crisis económicas que han afectado a países emergentes como Argentina y México, las crisis geopolíticas, la guerra comercial y la desaceleración económica alemana. Según Sopranzetti, para poner en marcha la economía es necesario llenar un vacío con respecto a los niveles previos a la crisis. Por lo tanto, ¿qué hacer?

Probablemente la solución, según Bankitalia, es encontrar a todos en su propio sector, basando el rebrote en sus propias fortalezas: manufactura, universidades, talentos nacionales, el sector financiero, indicadores eco-sostenibles. “Si vuelve el combustible, eso es la confianza, las bases para empezar a construir de nuevo son buenas”, concluyó Sopranzetti.

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